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Los primeros compases del Manchester United (van Gaal II)

Arrancó la pretemporada del Manchester United ante América de México hace ya unos días y las sensaciones, con relación a la última temporada, van variando. Desde el esquema, por supuesto. El United de van Gaal insistió gran parte del año por la utilización del 4-1-4-1. Sin embargo, en este primer juego (amistoso) de la 2015/16, saltó con un 4-2-3-1. De hecho, los 90 minutos trabajaron con el mismo esquema, pese a cambiar a sus once futbolistas en la segunda mitad. Fue un Manchester United con mucho control de juego (Blind de central, Darmian de lateral, y Schneiderlin y Carrick de pivotes) y bastantes opciones ultra-participativas en fase ofensiva (Mata, Depay, Young y Rooney). Memphis Depay que actuó de mediapunta y no a perfil cambiado. Más allá de esta prueba, fue algo que siempre notamos la última campaña, con ciertas mejoras o defectos, en la pizarra de van Gaal: adquirir el control del juego e implementar su ritmo (menor y pausado) al comúnmente visto en la Premier. Por ejemplo: McNair de central, Blind de lateral, Carrick de mediocentro posicional, y Ander Herrera, Mata o Rooney de interior. Fue un cambio estilístico profundo al de David Moyes que destacó por tomar preocupaciones con el marrón y, sobre todo, por su voluntad contragolpeadora con Welbeck o van Persie. Otro acierto, que tan sólo hace parte del primer compromiso de pretemporada, fue juntar a menos jugadores de un mismo espacio o rango de acción dentro del sistema. Aunque Schneiderlin y Carrick son dos mediocentros igual de posicionales y con nulo vuelo, sostuvieron el circuito ofensivo y las inserciones de Darmian. Falta ver si Schweinsteiger, petición y reconversión a centrocampista exclusiva de Louis, se consolida en el plan. El United no necesitó, al menos dentro de sus necesidades del año anterior, alguien que acelerara las asociaciones y le diera continuidad a los pases en el primer tercio. Bastian abre el abanico de posibilidades y alternativas a las exigencias del entrenador holandés. Lo más llamativo fue el ataque organizado desde primera instancia. La pelota llegaba a los centrocampistas y a partir de aquí se observó la variación: Mata caía en el juego interior y la banda quedaba a disposición de Darmian; por otro lado, Shaw fijaba su posición y habilitaba a Young para sus regates y chispazos. Gran parte del juego del Manchester United se basó en este movimiento y en concluir las acciones con Depay y Rooney en el eje vertical, dándoles un mínimo rol en la gestación de la jugada. A diferencia de la 2014/15 el cambio es abrupto, puesto que sobrecarga el carril central desde el armado hasta la finalización juntando a los que mejor sabían con el balón en respectiva zona. Habrá turno de un rival más exigente. Por último, queda establecer si van Gaal mantiene el diseño de modo de juego y va engrasando el estilo que emprendió justo hace un año. Son los primeros compases de un equipo que, por plantel, va en crecimiento, tanto por nómina como por entendimiento. Ya no se debe volver realidad, sino que debe serla. Hay previa de Copa de Europa. El Manchester United apetece. Y mucho. En Twitter: @RicardoPinilla4

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