Jhon Duque, de descartado por ‘bajito’ en Santa Fe a descrestar en Millonarios

Al volante de los azules lo sacaron cuando era un jovencito del equipo rojo y también de Compensar. Sin embargo, perseveró, alcanzó y ahora da de qué hablar en su primera temporada con el equipo de Miguel Russo.

En medio del buen arranque de Millonarios en la Liga Águila I-2107 y de los comentarios positivos por el nivel de juego del equipo bogotano, que en la última fecha venció 3-0 a América y que se prepara para el clásico frente a Santa Fe; se vienen destacando algunas individualidades.

Y de esa forma, quizá el jugador que más comentarios positivos ha despertado es Jhon Fredy Duque, el volante de primera línea que llegó a los ‘embajadores’ en completo silencio y que impresionó por su personalidad, carácter y oficio dentro del terreno de juego.

¿Pero de dónde salió Duque? El futbolista jugó las últimas temporadas, en la A y en la B, en Fortaleza CEIF, club que lo rescató para jugar en la Sub-20 cuando estaba pensando más en dedicarse a sus estudios de ingeniería en la Universidad de los Andes, que en seguir en los terrenos de juego.

Sin embargo, el mediocampista de 22 años acumula un largo historial en el balompié aficionado de la capital. Sus inicios fueron en el Colegio Agustiniano Salitre, en Bogotá, en donde se encontró con Carlos Barato, actual técnico de Fortaleza en la B, quien desde entonces vio potencial en él y les recomendó a sus padres que lo llevaran a entrenar a las escuelas de formación de Santa Fe.

“Desde unas olimpiadas en el Agustiniano, en donde yo era profesor, yo le vi mentalidad ganadora, buena condiciones y de ahí lo induje para que fuera a Santa Fe. Y así fue, e incluso jugaba con niños dos años menores que él. Ahí duró poco, porque después cuando tenía 11 años lo sacaron de Santa Fe por bajito”, recordó el profesor Barato, en charla con GolCaracol.com.

Tras vestir los colores de los ‘cardenales’, Jhon Freddy decidió irse a Compensar, en donde alcanzó a integrar los equipos del Ponyfútbol y prejuvenil; pero allí nuevamente no le ‘pararon bolas’ por su baja estatura, pese a tener interesantes condiciones técnicas, claridad y visión de juego.

Esas experiencias no fueron impedimento para que se alejara del fútbol. En 2013, llevado por el profesor Barato, volvió a encausar su carrera deportiva.

Fue capitán de CEIF en el torneo Nacional Sub-20, jugó el Torneo del Olaya, fue prestado a La Equidad y allí alcanzó a jugar un par de partidos profesionales. 

“Ese muchacho es un ‘camellador’, es muy entregado y así es que se ha ganado las cosas. Nunca tiró la toalla y vea que ahora, con los años, ya comienza a recoger los frutos en un grande como es Millonarios”, contó otro allegado a Fortaleza, que conoce bien a Jhon Freddy.

Y fue precisamente en Fortaleza, en donde lo llenaron de confianza, jugó en el ascenso de 2015, cogió experiencia y convenció al técnico Nilton Bernal, quien en un principio no lo tuvo muy en cuenta por alinear a hombres de máyor experiencia.

Al año siguiente ya en la A y con ‘Forta’, el joven futbolista siguió en su lucha, consiguió marcar cuatro goles en la temporada, pero nuevamente la vida le puso otra dura prueba. 

En un partido frente a Nacional se lesionó los ligamentos de una de sus rodillas y de inmediato surgieron dos caminos desde el punto de vista médico: el primero de ellos pasaba por operarse y el segundo, consistía en una juiciosa rehabilitación a punta de fisioterapia.

“Ya en ese momento, Duque había despertado interés de varios equipos. La intervención implicaba un tiempo considerable y él decide irse por el segundo. Incluso, le dijeron que hacer bicicleta le servía y por un tiempo dejó su carro, para irse desde Normandía al Club La Fortaleza a los entrenamientos. Ahí se ve su mentalidad”, relató Barato.

Así es Jhon Freddy Duque, el jugador sorpresa de Millonarios, con 1.73 metros de estatura, en el arranque de temporada de 2017, que viene de una familia de deportistas, su hermana y su hermano también juegan en Fortaleza, y que tiene la suficiente entereza y tesón para seguir subiendo escalones en su trabajada carrera deportiva.