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¡A llorar al mono de la pila!

En Bogotá hay una fuente vieja, muy, muy vieja, que tiene en su parte superior una figura bastante fea y algo chambona de un niño, la cual dio origen a una de las frases más tradicionales de la ciudad: irse a llorar al mono de la pila (sí, así de feo es el figurín desnudo al que muchos acudían a gimotear inútilmente sus penas). Pues bien, hoy es el día de mandar al ídem al manager de Adrián Ramos y a Giovanni Moreno. ¿Cómo es posible que el tal Helmuth Wennin, agente de Adriancho, salga a hablar mal de Leonel Alvarez en Alemania diciendo que es el colmo que a su jugador no lo convoquen a la Selección? Hasta donde yo sé, el señor Wennin nunca salió a dar las gracias ni a decir públicamente que el técnico de turno era una maravilla cuando Ramos fue convocado anteriormente, así que sus palabras sobran. Sobran tanto como las de Giovanni Moreno. Algún periodista mala leche en Argentina le preguntó que cómo asumía el no estar en esta convocatoria de la Selección, y él, en vez de dar una respuesta profesional y decir que el técnico llama a quien quiera, que le desea la mejor de las suertes a los convocados o, aún mejor, que es un llamado de atención para trabajar más, soltó esta perla: “La verdad que lo sorprende a uno (comenzamos mal), porque primero, cuando fui convocado para el partido contra Bolivia, fue el que me sorprendió, pues estaba recién recuperado y jugando bien, pero pensé que me iba a llevar más tiempo en llegar a la Selección (seguimos mal: dice entre líneas que no debió ser convocado). Entonces estar en ese partido y no en estos contra Venezuela y Argentina, te pone a pensar, por qué en ese sí y en este no (la remata peor)”. Giovanni, eso no se dice: la ropa sucia se lava en casa. Si tienes esa duda, llama a Leonel y pregúntale, alégale a él, pero no la publiques. Es más, hasta donde me acuerdo (y tengo muy buena memoria), cuando lo llamaron inexplicablemente para el duelo frente a Bolivia, Moreno en ninguna parte salió a decir que él no se merecía esa convocatoria porque hasta ahora estaba saliendo de su lesión, a ningún periodista le dijo que para él era una sorpresa estar en la Selección y en ninguna emisora escuché yo que cuestionara las razones que tuvo el técnico para llamarlo. Ser un futbolista profesional no se trata sólo de tener un comportamiento responsable con tu cuerpo y de responder en el campo de juego, los entrenamientos y las concentraciones. Se trata también de saber tu lugar en un equipo, de respetar las jerarquías y de saber quién manda. Y el que manda en la Selección Colombia es, hasta el momento, Leonel Alvarez. ¡Qué diferencia la actitud de Giovanni con la de Falcao García! Él, el jugador colombiano más caro en la historia, el delantero nacional más cotizado en Europa, no dijo ni pío cuando Leonel lo sentó en Bolivia: ocupó con dignidad su lugar en el banco y le respondió a su técnico y a su afición cuando ingresó para rematar el partido. Es más, para los que se preguntan para quién fue su desafiante gesto de las manos en las orejas después de hacer el 1-2, fue un mensaje directo a la prensa boliviana que había especulado y hasta bromeado con que el 'Tigre' le tenía miedo a la altura y por eso no jugaba. Lo de Giovanni me parece mal hecho, pero lo de Wennin es peor. Él pertenece a una camarilla de empresarios que durante muchos años han estado empoderados en las selecciones Colombia y en la que están nombres como Giancarlo Uda, Hernando Ángel y otros que fueron señalados de manejar a su antojo convocatorias en procesos anteriores, especialmente en juveniles. La acusación nunca se demostró, pero ya era costumbre la presencia constante de estos personajes interesados en que sus jugadores actúen con la tricolor, pues ponerles en la hoja de vida el rótulo "internacionales" les puede aumentar un 0 a la derecha en un posible traspaso. Pero bueno, más allá de eso quiero hacer énfasis en que el seleccionador es el responsable de la convocatoria. Él y su cuerpo técnico trabajan para elegir a los mejores y sus razones no se deben cuestionar antes de los partidos: si los resultados no se dan somos nosotros los aficionados y periodistas los que podemos decir, "hombre, ¡qué falta hizo Adriancho!" o "¡carajo, con Gio Moreno habría sido otra cosa!" o, como en casos anteriores, "¿por qué carajos convocaron a fulanito?", pero hasta que no se vea qué hizo el técnico en el campo con los jugadores que llamó, ponerse a juzgar una convocatoria es ridículo... y muy patético si eres el empresario o el futbolista al que no llamaron. ¡A llorar al mono de la pila! PD. ¿No se han dado cuenta de que en Argentina sólo hablan del calor y la humedad de Barranquilla? Para ellos el partido con Bolivia parece que no contara (hasta algunos periodistas pedían un equipo B contra los del altiplano), y pareciera que ni Colombia jugara: su rival es el calor y la humedad, no la Tricolor. Esa es la falta de modestia que hay que aprovechar... Sígame en Twitter: http://twitter.com/PinoCalad

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