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DUQUE: EL RESILIENTE

Resiliencia según la Real Academia de la Lengua: Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Después de 239 días regresó al fútbol profesional “La Fiera” ¡Y de qué manera lo hizo! Lo hizo como lo hacen los grandes: sin dejar dudas, imponiendo su grandeza y diciendo con autoridad: “Me fui, acá estoy de nuevo, mi grandeza sigue intacta, mi esencia está más fuerte”. Jefferson Duque representa a la perfección lo que significa la palabra: RESILIENCIA. Él, que salió del barrio Popular de la zona nororiental de Medellín, que siempre ha tenido que gambetear la pobreza, la dificultad y el obstáculo, él, es un resiliente, él es sinónimo de resiliencia. “La Fiera” nos da una lección de vida que va más allá del fútbol. Este hombre optó por el balón en un ambiente en donde las oportunidades son escasas y el camino del delito a veces es el más fácil. Duque pasó por el Pereira, descolló en Rionegro en donde se cansó de hacer goles y llegó a Nacional. Era su sueño, lo cumplió, pero dentro del sueño ha vivido pesadillas. El 9 verdolaga anotó un gol de poesía en la final de 2013 ante Santa Fe en Bogotá, el centro delantero paisa le ha convertido a los rivales tradicionales, siempre va adelante, sus defensas lo marcan al cuello y sienten esa respiración de toro que está lista para embestir, y los arqueros ¡madre mía si han tenido pesadillas con él! Incluso el buen Camilo Vargas debe agradecer hoy de tener en su pecho el mismo escudo que tiene en el alma Jefferson Duque. Pero más allá de lo que es el balón. “La Fiera” es fiera por lo que ha demostrado en su vida. Sus rodillas han sido su debilidad. La ruptura de ligamentos en una rodilla es uno de los peores escenarios a los que se puede enfrentar un futbolista. De por sí, hay muchos que con una sola ruptura quedan por fuera del fútbol. Hoy la medicina ofrece una recuperación completa, pero afirman los galenos que un 70 % de esa recuperación depende de la disciplina, las ganas y la fortaleza mental que tiene el jugador para recuperarse y regresar óptimo a un nivel competitivo ¡Jefferson Duque ha tenido que lidiar con esta misión del destino en tres ocasiones! La "berraquera" hace parte del ADN del antioqueño. El caer, levantarse, el fracasar, la cabeza en alto, vencer la presión que nos empuja hacia abajo y, a punta de tesón, tener más fuerza y echar para adelante. Sí, Jefferson Duque representa eso y es hermoso ver ese ejemplo. Yo llevo un año sin un trabajo estable, he tenido épocas duras, me dan crisis fuertes y a veces me siento derrotado. Pero ayer en la tribuna de oriental del Atanasio este jugador me dio una lección de vida. Y lloré ese gol, desde el gol de Valoy al Junior no lloraba un gol de Nacional, y el de “La Fiera” sacó lágrimas. En esta época en la que gradúan de ídolo a cualquier jugador que tenga un momento de inspiración en la cancha, es bueno informar que lo que hace Jefferson Duque con la camiseta de Nacional es el abono para un camino adecuado para ser ídolo. Hace unos días el tuitero @aalzatev me decía que ojalá el regreso de Duque fuera como el de Martín Palermo cuando, tras una larga lesión, le hizo gol a River en un clásico. Profético fue, y así se dio. Los grandes regresan haciendo cosas grandes y el fútbol da justicia ante las adversidades de la vida. Jefferson Duque es un ejemplo de resiliencia. Sobra decir que seguirá para adelante, él en ese aspecto ya tiene un Doctorado. Yo, aprendo de él y advierto: “Volvió La Fiera, regresó con todo, ya lo padeció el “vecino” ¡Ténganse fino!” Seguir a @poterios

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