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El país de Alvaro González Alzate

No va a pasar nada si a usted o a mi se nos meten al correo electrónico o nos amenazan por Internet o se nos roban las cuentas de Twitter o Facebook, pero alguien abre un grupo en el "cara'elibro" diciendo que le gustaría matar al hijo de Uribe y se moviliza hasta el FBI; alguien le hackea el programita de trinar a Daniel Samper Ospina y el país se paraliza y en menos de 48 horas capturan al responsable. Por supuesto, no estoy diciendo que el grupo contra Jerry o el pirata cibernético que se le robó los datos al columnista hicieran algo bueno, para nada, pero sería bueno que la gente de a pie también recibiera ese trato, que se le hiciera justicia con prontitud, como si sus derechos pesaran igual a los de estos famosos. Y no es así. Hace unos años me empezaron a llegar amenazas diarias a mi cuenta de correo electrónico bajo la firma de una barra de esas que llaman bravas. Eran insultos; muchos, pero muchos insultos (cosa que lamentablemente es normal para todos los periodistas de este país pero que a los 25 años te traumatiza un poco), y cuando llamé a la policía para que investigara (básicamente porque el último correo que me llegó decía lacónicamente: "Ya sabemos dónde vive calvo hijueputa..."), dos agentes del orden llegaron a mi oficina (en el desaparecido Diario Deportivo), uno de ellos me interrogó, el otro puso la mano sobre el monitor de su computador y ya. Eso fue todo. ¿Revisó la URL o la IP? No. ¿Anotó al menos la dirección electrónica desde donde me estaban mandando entre 30 y 40 mensajes diarios desde hacía una semana? Tampoco. El uniformado puso la mano izquierda sobre el monitor, dijo: "vamos a investigar joven", y ya. Asumo que tenía poderes especiales y que con el tacto iba a descubrir al agresor, pero como para prevenir empecé a tomar rutas alternas a mi casa. Eso sí, no me pasó nada. Bueno, una vez me hicieron una encerrona diez pendejos con camisetas de su club, pero esa historia la cuento luego. Y ojo, yo soy periodista; al menos a mi me llegó la policía (para hacer nada, obviamente) pero sé de casos en los que eso simplemente ni pasa: hay matoneo escolar por Facebook, cientos de grupos on line que denigran a personas del común, Twitter está lleno de 'trolls' cuya única misión es acabar con un X o Y, y nunca pasa nada. La gente de a pie no importa en este país. Lo peor es que a la inversa también pasa y el caso del Bolillo lo demuestra. Lo que sobra en Colombia son los casos de mujeres abusadas y golpeadas que no lo denuncian porque su hombre/agresor a lo mejor les corta los fondos, porque lo aman, porque  hay amenaza con los hijos, porque creen que una cachetada es cariño o que el amor se demuestra a los golpes o qué se yo, y la Fiscalía no hace nada porque no hay demanda en contra del victimario. Es una vergüenza. En todos los casos, sin importar que sea alguien famoso como Hernán Darío Gómez, el hombre que agreda a una mujer debe ser investigado y castigado. Pero claro, estamos en el país de Liliana Rendón, la senadora de la República que cree que las mujeres se buscan que les peguen... Y lamentablemente no es la única. Ver en los foros de Golcaracol.com cómo tanta gente defiende a Bolillo, no como DT (cosa que entiendo perfectamente) sino que defiende que haya golpeado a la señora X porque sí, porque "hay viejas que se lo merecen", me hace sentir una pena profunda. Pero bueno, qué más puede pedir uno si estamos en el país Alvaro González Alzate, Vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, máximo jerarca del fútbol aficionado y el tipo que dice, sin que le duela una muela, que si un hombre le hubiese pegado a Piedad Córdoba "estaría todo el mundo aplaudiendo". Es un asco la postura de este personaje y lo peor es que no entiendo cómo es que él sigue hablando a nombre de la Federación Colombiana de Fútbol: ¿dónde está el presidente de esta entidad?, ¿piensa Luis Bedoya lo mismo?, ¿no le da ni un poquito de vergüenza que este señor hable en nombre de los siete integrantes del Comité Ejecutivo que supuestamente él preside? Porque si es así, desde ya invito abiertamente a todas las mujeres del Huila a que no voten por Jorge Perdomo, miembro de ese comité, candidato a la gobernación de ese departamento y quien, según las declaraciones de González Alzate, está de acuerdo en que a las mujeres las golpeen según el caso: ¡qué prohombre huilense! Si Perdomo no está de acuerdo con que Alvarito hable por él, se le está haciendo tarde para pronunciarse. ¿O será que por ser del Partido Conservador, el mismo partido de la senadora Rendón, está de acuerdo? No sé. En su primer pronunciamento público dijo que no, que lo de Bolillo era el colmo, que se debía ir, pero González lleva varios días hablando en su nombre sin que él responda y pareciera que cambió de parecer. Por eso invito a la opinión pública del Huila a cuestionar al candidato así como los que estamos en fútbol cuestionamos al dirigente. Aunque ojo, lo que ha pasado en los últimos días demuestra que el único "dirigente" del fútbol colombiano es González Alzate. O al menos es el único que habla y el que además dice la última palabra. ¿No le queda a usted la sensación de que está claro que en la Federación el que manda es el misógino Alvaro y no el políticamente correcto Luis Herberto? Con razón el fútbol colombiano lleva tanto tiempo en crisis: uno señalando durante todos estos años al bigotón bogotano cuando el que está detrás de todo es el bigotón manizaleño, el que sería feliz dándole en la jeta a Piedad Córdoba porque cree que el país lo aplaudiría, el que cree que tiene derecho de criticar la doble moral de los demás olvidándose de todos los señalamientos históricos sobre su manejo del arbitraje colombiano, el nuevo faro de ética y responsabilidad social de este país retrógrado y farandulero en el que la gente se preocupa más por el devenir de la cuenta en Twitter de Daniel Samper Ospina que por la jovencita a la que atacaron con ácido en la cara... Estamos en un país donde Juan Manuel Corzo es presidente del Senado a pesar de estar bajo investigación de la Procuraduría y la Corte Suprema por el "carrusel de notarías" del gobierno Uribe, por tráfico de influencias y por los señalamientos de Parapolítica; un país cuyo presidente era el Ministro de Defensa de los "falsos positivos" y en el que el técnico de la Selección Colombia seguirá en su puesto a pesar de que la Procuraduría le solicitara a la Fiscalía que le abriera un expediente de oficio por la agresión contra una mujer. Vivimos en el país donde la ética y la justicia dependen de quién las siga o a quién afecten y lo miserable es que ya nos acostumbramos. Estamos en el país de Alvaro González Alzate. Qué mierda... Sígame en Twitter: twitter.com/PinoCalad PD. Después de publicar este post me hicieron saber que el candidato a la Gobernación de Huila y miembro del Comité Ejecutivo de la Federación, Jorge Perdomo, se manifestó públicamente en contra de las declaraciones de González Alzate, cosa que celebro y que muestra coherencia en él, que fue el único de los siete integrantes de ese ente federativo en asumir una posición crítica con Bolillo después de que se supiera de su agresión a una dama. Perfectamente podría borrar el párrafo en el que exijo que se pronuncie, pero preferí escribir esta posdata pues, si bien me encanta que alguien en la Federación al menos le haga frente a Alvarito, me parece un tanto curioso que la aclaración se diera después de que se publicara esta entrada de Gotas de veneno.

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