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El penoso video del Mundial Sub 20

Hay varios videos circulando en Internet que no enseñan lo mejor del país. Son aquellos que al final nos representan falsamente. Como al Perú aquellos de Wendy Sulca o la Tigresa del Oriente, nosotros hemos organizado unos recibimientos patéticos a las selecciones que llegan. Uno es especial y muestra la vergonzosa bienvenida que se le hizo a Inglaterra en Medellín. Mujeres policías escenifican una pésima coreografía, al son de la “Checumbia” del Checo Acosta, y sacan a bailar a los jugadores, que, sorprendidos, ríen tratando de entender lo que pasa. Algunos, vale la pena decirlo, siguen los pasos. Otros, sin embargo, se quedan absortos. El video fue publicado por la asociación de fútbol de ese país, The FA, y luego reproducido por la BBC. Es decir, lo ha visto todo el mundo. El primero tituló “A crazy Colombian welcome!” y el segundo: “England U20 footballers party with parrot in Colombia”. La traducción la omito, para no caer en problemas tipo Carolina Cruz. Nosotros ya habíamos mostrado al guacamayo “Bambuco” como mascota oficial del torneo. Y tratamos de hacer lo mejor, creo. Pero en lugar de aprovechar estos días de Mundial para demostrar que tenemos cultura para envidiar, estamos cayendo en el ridículo, en un folclorismo arrabalero. El país se está jugando su imagen en el campeonato y es innegable que también se pone sobre la mesa el pundonor deportivo y el cargo de Eduardo Lara. Aun así, más allá de los goles, que son muy importantes, también es buena la ocasión para pensar que podemos mejorar lo que otros piensan de nosotros, sin narcisismo. Colombia no es una bomba de tiempo, aunque sí explotan granadas. Este es un país con muchos corruptos, pero no todos son narcotraficantes. El fútbol, el Mundial, debe diezmar ese estereotipo y proveer a los extranjeros de nuevas imágenes, unas menos violentas. Unas que disimulen la triste realidad. Recibir a las delegaciones mundialistas con shows precarios no es desde luego la solución.  La intención no es lo único que cuenta. Y no se trata de esconder tampoco lo que somos. “Hay que cuidar el lenguaje, los adjetivos, para los extranjeros y para los nacionales… que les dé gusto venir a Colombia”, advirtió, creo que con acierto, Darío Fernando Patiño, director de noticias del Canal Caracol, en el consejo de redacción realizado un día antes de comenzar el certamen. La responsabilidad de hacer un buen Mundial es de la Selección y de todos los colombianos. De los hinchas, que se comporten en los estadios. De los taxistas y meseros, que no timen a los extranjeros. De la organización y las autoridades, que propendan por la seguridad. De nuestra sonrisa, que algo puede ayudar. Porque sí es valioso tratar de resaltar nuestra cultura, pero también muy detestable caer en un criollismo que provoca algunos de los peores sentimientos: la pena ajena. En Twitter: @javieraborda

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