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La selección Colombia: mucho indio, poco cacique…

Nombre por nombre, después de haberlo repetido hasta el cansancio, tenemos la cuarta mejor nómina de todo el continente. Zúñiga y Armero son pretendidos por clubes como Juventus, el más ganador del Calcio italiano; Cristian Zapata es la nueva contratación del Milan; Carlos Sánchez es el único jugador que vi hasta ahora que no dejó jugar a Lionel Messi, el mejor de todos los tiempos; Freddy Guarín es hoy en día el mejor volante del fútbol italiano según su técnico en el Inter, Andrea Stramaccioni y, cómo no, las ‘perlas’ cafeteras son James Rodríguez y Radamel Falcao García, fácilmente dos de los mejores 20 jugadores del mundo en la actualidad. Me revuelco en mi ego afirmando que tenemos jugadores de talla mundial y que tienen la obligación de hacer que valga la pena el tiquete que voy a comprar para Brasil 2014. Pero y entonces, ¿por qué seguimos perdiendo los mismos partidos de siempre? ¿Por qué no me creo el cuento de volver a un Mundial de fútbol? Aquí la prensa deportiva se riega en prosa diciendo que José Pékerman será la peor inversión de la Federación Colombiana de Fútbol. Ahora andan diciendo que la plata que se le está pagando al argentino deberían dársela a los deportistas que nos regalan medallas olímpicas en Londres. Aquí, en Colombia, nos demoramos más en ‘cagarla’ que en señalar con el dedo al primero que asome la nariz. Pékerman vino como capitán, y lo hace muy bien, el problema es que (puede que sea por terquedad) aún no encuentra un sargento que le ayude a dar rumbo a su proyecto. Cuartos de final del mundial de Suráfrica 2010, Uruguay define su clasificación a semifinales en penalties frente a los, siempre complicados, africanos de Ghana. Último cobro, si lo hacen los ‘charrúas’ están dentro de los cuatro mejores del mundo. Sí, es él, ‘El loco’, Sebastián Abreu pica el balón, gol, llanto y victoria celeste. Lo volvió a hacer este viejito… Este portal publicó una nota en la cual se hizo una selección de talentos extraviados del fútbol colombiano, toda esa manada de jugadores que decidieron hacer maletas y buscar un futuro promisorio lejos de nuestra amada Liga Postobón. Encontrar un mayor reconocimiento, tratar de crecer profesionalmente o sencillamente porque les pagan el triple de lo que pueden ganarse en esta parte del continente, son algunas de las razones que hacen posible que tengamos representantes de nuestro fútbol en México, Estados Unidos y hasta China. De esa lista llama la atención un jugador como Fabián Vargas, quien ganó todo con Boca Juniors, se paró a ‘bravear’ a Íker Casillas en España, se cansó de ser el mejor jugador en Grecia y ahora regresó a su segunda patria, Argentina, para reforzar al siempre ganador Independiente de Avellaneda. Fabián, bogotano y de 32 años, es uno de esos líderes que se extrañan en cualquier equipo y, seamos sinceros, que yo echo de menos en la selección Colombia. El que grita, el que raspa, el que tiene esa ‘maña’ que tanto criticamos de los argentinos, pero que a su vez es tan necesaria, el que lleva de la mano a los más jóvenes y les enseña que el fútbol tiene algo más, que siendo solamente bueno no se va a un Mundial, no se gana un título. A nuestra Selección le hace falta un mariscal. Muchos me dirán que para eso está Mario Alberto Yepes y sí, él es uno de ellos. No es tan rápido como hace algunos años, tiene los achaques de más de 15 años de carrera, e indiscutiblemente no está para ser titular. Vale en el camerino, en el medio tiempo de los partidos, valen sus gritos, sus arengas, su experiencia. Como Yepes y como Vargas, también merecen un lugar en esta columna tipos de la jerarquía de Faryd Mondragón, lejos el mejor arquero de nuestra irregular liga criolla; Gerardo Bedoya, así muchos se acuerden de mi mamá en este momento; Álvaro Domínguez, veterano y talentoso volante del Deportivo Cali y hasta el mismo Giovanni Hernández (lo sé, se volvieron a acordar de mi familia). Ellos manejan grupos dentro la cancha, pelean por los premios, velan por el bienestar de sus pupilos y, lo más importante, forman y curten a los Zapata, Zúñiga, Falcao, Rodríguez como verdaderos hombres, como verdaderos profesionales que lloran las derrotas y las victorias y que, además, harán que valga la pena una llamada del presidente Juan Manuel Santos cuando los felicite por clasificarnos al próximo Mundial de fútbol. Jaime Andrés Barbosa En Twitter: @anbar_88

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