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La selección Colombia no hace el amor

¿A qué estamos jugando? O mejor: ¿Qué le están enseñando los técnicos a los futbolistas menores de nuestro país? No hay visos de que se esté creando o ratificando una identidad. Seguimos en lo mismo. Es decir, nos falta gol. Algo así como ir siempre a la cama sin hacer el amor. Uno puede jugar mal cualquier tarde y eso le ha pasado a la selección sub 20 de Colombia en el actual Sudamericano. Eso preocupa cuando se hace recurrente, pero es más inquietante que se carezca de una idea para el futuro, que es lo que importa. Tenemos problemas de verdad en la cabeza, más que en las piernas. Nadie se atreve a nada. Y la culpa le corresponde, sobre todo, al cuerpo técnico. ¿En qué sentido? Esperamos la adversidad (el 1-0 en contra) para atacar, para proponer un estilo. En un país violento, tenemos miedo de patear simples pelotas al arco contrario. Nos pasamos la granada de un lado a otro, con lentitud. Y el gol casi nunca explota. La sub 15, vale decirlo, ganó hace poco un torneo en Bolivia. ¡Felicitaciones! La Sub 20 puede y debe mejorar, sobre todo porque se avecina el Mundial. El equipo de mayores continúa mientras tanto en un proceso silencioso que no despierta optimismo ni pesimismo. Está ahí como en el limbo, a poco de jugar un amistoso contra el campeón del mundo, España. Retumban ahora las palabras de Eduardo Lara y la idea de que todas las selecciones Colombia propendan por “una unificación de conceptos, con el 'profe' 'Bolillo', con el 'profe' 'Pacho' (Maturana) y ahora con Leonel (Álvarez)”. Lo están logrando, sin duda. Para mal, por supuesto. Lo que se está unificando es una mentalidad conformista y poco ambiciosa. El camino, afortunadamente, se puede recomponer. Pero se debe conocer de verdad la meta a la cual se quiere llegar. No necesitamos eso que llaman garra ni velocidad porque sí para triunfar en unos cuantos partidos. Tenemos que descubrir -o recuperar- una manera de jugar que corresponda a nuestros sentidos. Una que nos haga ver y ganar bien. Una que nos clasifique a Olímpicos y mundiales y que nos encauce a un río de títulos. Una manera de jugar que al menos nos ilusione y nos haga prender radios y televisores. En Twitter: @javieraborda

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