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Yhonny Ramírez: la batalla legal que puede cambiar la historia de nuestro fútbol

Es curioso, pero el documento emitido en un Juzgado de Bogotá (el 13 civil municipal, para ser más exactos), uno más de los miles que se generan en este caótico sistema judicial nuestro, puede cambiar para siempre la historia del fútbol colombiano (VEA ACÁ LA SENTENCIA). El juez respectivo falló una tutela interpuesta por Yhonny Ramírez en contra de la Federación Colombia de Fútbol y la Dimayor, y dictaminó que ningún tribunal privado (en este caso la Comisión del Estatuto del Jugador de la Federación), puede decidir sobre el futuro laboral  de un futbolista. Por supuesto, falta el recurso de apelación de Bedoya, Jesurún y compañía, pero lo que está pasando significa, palabras más, palabras menos, que ningún club en Colombia (y mucho menos la Dimayor) podrán volver a 'matonear' a los jugadores con sus contratos leoninos o vetos. Se está dictando jurisprudencia; gente: se está haciendo historia. El tema, sin embargo, es absolutamente complejo aún. En la Federación no pueden permitir que los futbolistas se pongan a reclamar sus derechos laborales porque eso significaría tener que pagarles lo que es y no por debajo de la mesa, tener que aceptar que renuncien cuando los clubes les deben plata (que en muchos casos es casi siempre), estar obligados a responderles por su seguridad social (increíblemente aún sigue sin pasar en muchísimos clubes)... mejor dicho, si esta Tutela finalmente prospera, los clubes miembros de Dimayor van a terminar siendo empresas serias y responsables con sus empleados, lo que nunca ha sido una de las cualidades de la Federación Colombiana de Fútbol, en donde tienen clarísimo el negocio (vean los anunciantes de la Selección, los multimillonarios contratos de televisación y patrocinio de la Liga y el Torneo), pero no son precisamente dados a que los protagonistas del show tengan beneficios (léase: el negocio es suyo). "Si uno pagara seguridad social por lo que se gana un futbolista en Colombia no habría club que sobreviviera; eso sólo lo hacen los ricos como Cali, Junior, Nacional o Millos", me dijo una vez el gerente deportivo de un club que, off the record, me aceptó que en ese equipo en el que trabaja, uno chico, por cierto, pagan pensión y EPS por el salario mínimo aunque un jugador se pueda ganar 20 veces eso. Eso es fraude, hasta donde sé, y los futbolistas se habían prestado para hacerlo hasta el momento, pues a ellos lo que les interesaba es que les pagaran su sueldo y sólo cuando están retirados, jodidos y con una pensión de dos pesos se dan cuenta de la "tumbada" que les pegaron y que se pegaron a sí mismos. Pero eso está cambiando. Y claro, a la Federación no le gusta pues ahora los clubes se están viendo cada vez más apretados por tener que pagar por un ítem que antes parecía voluntario. Ahora, este fallo a favor de Yhonny es importantísimo, porque la Federación, para evitar precisamente que este caso dictara jurisprudencia, había decretado que la Comisión del Estatuto del Jugador tenía competencia para dirimir la disputa entre el jugador y Boyacá Chicó, una batalla legal que empezó con la renuncia del futbolista. Repasemos, porque el cuento es enredado: 1. Ramírez presentó su renuncia al contrato que tenía con los ajedrezados alegando justa causa y firmó uno con Millonarios, equipo al que había sido prestado por Chicó, para este 2013. 2. En Chicó alegaron (aún lo hacen) que la renuncia no era válida y que el jugador tiene contrato vigente hasta diciembre de este año. Primero trataron de vetarlo para este semestre, pero la dirigencia de Millonarios se enfrentó con varios de sus colegas en una polémica asamblea de Dimayor en la que se ventiló que algunos dirigentes trataban a los futbolistas de "prostitutas" (una de las frases del año, para mi). 3. Ante el evidente veto y el lío legal que significaba la doble contratación, el futbolista interpuso y ganó una tutela por el libre derecho al trabajo que obligó a la Federación a darle el aval para jugar con el azul, como lo está haciendo hasta el momento. 4. El club de Pimentel le exigió una compensación al volante de $500 millones y a Millos de $100 millones, y ahí fue cuando la Federación dictaminó que ellos, con su Comisión del Estatuto del Jugador, podían decretar si el jugador tenía que pagarle o no a Chicó. Ahí llegó la tutela que acaba de ganar Yhonny y que demuestra varias cosas. La primera y más importante, que es evidente que a los dirigentes del fútbol en Colombia lo último que les interesa es la legalidad. Es decir, supongamos que usted trabaja en la Fábrica Tapita y un día renuncia, algo que constitucionalmente puede hacer cualquier colombiano. Entonces, la Corporación X en la que Fábrica Tapita es socia decide que usted tiene que pagarle una indemnización a esa empresa así, sin que la justicia lo determine, sólo porque usted trabaja en la Corporación X... ¿ve lo absurdo del tema? Traslade ese ejemplo al fútbol y es el día a día de los futbolistas colombianos, que deben cumplir las reglas no escritas de la Dimayor y sus clubes aunque estas violen las leyes de la República. Este absurdo, además, tiene un punto delicioso: Jorge Iván Palacio, presidente de la Corte Constitucional, el hombre que más tiene que saber de leyes en este país, hace parte de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor en una jugada maestra de Bedoya y compañía, que se aseguraban así, con su presencia, que nadie se arriesgara a ponerles una tutela ya que la última instancia para fallar tutelas en este país es, precisamente, la Corte que su hombre de confianza preside... insisto, delicioso. Sin embargo, el Juez 13 le dio la razón a un futbolista, así como otros juzgados en otras ciudades del país de a pocos se van dando cuenta de que, por más que la Federación tenga en su banca al presidente de la Corte Constitucional, no hay derecho a pasarse por la faja las leyes laborales así de fácil. Lo que pasó es histórico y desde ya les aviso que esperen retaliaciones de todo tipo contra Ramírez y los que están con él (Millos, Acolfutpro y algunos periodistas; otros son de nómina). Y ojo, esperen contraataque... la Federación no va perder la pelea legal más importante de su historia así de fácil. PD. ¿Nadie se ha preguntado por qué Coldeportes, que es el ente que debe regular a la Federación y sus secciones Dimayor y Difútbol, no hace nada a pesar del exceso de 'Dimayoradas'? La Procuraduría sí, por fin, y ya llamó a descargos a Andrés Botero, al que le ha salido todo bien con los Olímpicos y los otros deportistas, pero al que los favores políticos tienen demasiado comprometido en el tema del fútbol... En Twitter: @PinoCalad

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