La presencia de
Y es que cuando el colombiano embocó el balón al fondo de la red, levantó su mano a las tribunas y dejó escapar una sonrisa.
Instantes después se vio bien ubicados en la grada a Pilar Rubio, su mamá, a Samuel Rodríguez, su pequeño hijo, y también a Angellot Caro, jugador colombiano de fútbol sala y muy amigo del número '10'.
Para ellos, para su barra propia, fue la dedicación de James, en un buen juego que hizo y en el que abrió su cuenta personal en cuanto a anotaciones se refiere.
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