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Más historias de futbolistas que han sufrido la violencia

El paraguayo Salvador Cabañas se sumó este lunes a una larga lista de deportistas que se han visto afectados por hechos violentos en América Latina. Repaso por casos lamentables que han sacudido el mundo del fútbol.

Cabañas fue herido de bala la madrugada de lunes en un bar frecuentado por futbolistas en la capital mexicana, y su condición es grave pero estable tras una cirugía de siete horas en la que los médicos decidieron no extraer el proyectil.

Desde el secuestro del entrenador argentino Rubén Omar Romano en septiembre del 2005, en México no se presentaban hechos de violencia en contra de personajes ligados al fútbol o el deporte.

Cinco futbolistas, todos mexicanos, han muerto en las últimas cuatro décadas en incidentes en los que se involucraron armas de fuego, más otra media docena que quedaron incapacitados para jugar o que fallecieron en accidentes de tránsito.

Octavio Muciño y Jaime López, ambos jugadores de las Chivas de Guadalajara, fallecieron por heridas de bala y sus muertes son las más recordadas en México, junto con la muerte en un accidente de carretera del argentino Pablo Hernán Gómez, en 1999.

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El mundialista paraguayo Cabañas es la víctima más reciente de la violencia y la inseguridad que durante los últimos años ha golpeado de manera directa a jugadores de varias ligas del continente.

En Colombia, el más reciente hecho de violencia se presentó el 13 de diciembre de 2009, cuando el defensa Arnold Palacios, del Deportivo Pereira, sufrió cortaduras en el rostro luego de que el autobús en el que viajaba su equipo fue atacado por fanáticos del Independiente Medellín.

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Un hecho similar se registró en abril de 2009 cuando un autobús del Deportivo Cali fue atacado por hinchas de Millonarios, hecho por el cual el defensa Juan Guillermo Domínguez por poco pierde un ojo.

En sucesos anteriores se destaca el asesinato del ex delantero Albeiro 'Palomo' Usurriaga el 12 de febrero de 2004, a manos de un pistolero, y el del defensa Andrés Escobar, el 2 de julio en 1994.

Usurriaga había jugado en el argentino Independiente y también había hecho parte de la selección colombiana de fútbol, mientras que Escobar venía de disputar el Mundial de Estados Unidos'94 en donde marcó un autogol.

Se registran también en años anteriores los asesinatos de otros jugadores como Elson Becerra, Omar Cañas, Felipe Pérez, Lucio España, Juan Guillermo Villa, Norberto Cadavid y Jorge Carmona, en hechos relacionados con venganzas de la mafia.

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En Panamá fueron asesinados en los últimos meses los futbolistas Rolando Dorbs Planes y Abdul Karin Galván Ruiz.

En Guatemala, Edgar Cifuentes, dirigente del equipo Xelajú, de la Liga Nacional de Fútbol, fue asesinado en septiembre de 2007 a las afueras del Estadio Mario Camposeco de Quetzaltenango y, un mes antes, había sido herido el volante Pablo Villatoro, del Municipal.

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En Honduras, el 19 de enero de 2003 fue asesinado a tiros Milton 'Chocolate' Flores, portero de la selección de Honduras y del Real España, y héroe en los Juegos Panamericanos que se celebraron en Mar del Plata (Argentina), en 1995.

La agresión más reciente contra un futbolista en Brasil ocurrió a finales de noviembre pasado cuando el delantero Vagner Love, entonces en el Palmeiras, fue agredido a la salida de un banco por tres miembros de una barra brava insatisfechos con el rendimiento del club en el Campeonato Brasileño.

Un año antes, en Río de Janeiro, un grupo de hinchas, también del Palmeiras, la emprendió a golpes contra el entonces entrenador del equipo, Vanderlei Luxemburgo.

Una agresión similar había sufrido en septiembre de 2008 el entrenador Emerson Leao que fue golpeado por hinchas disconformes del Santos días después de entregar la dirección técnica del club.

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En Bolivia, el futbolista brasileño Fabricio Brandao, del Blooming boliviano, denunció el 1 de octubre pasado que su casa fue atacada a tiros por desconocidos, después de que su equipo derrotara a Oriente Petrolero en el clásico de la ciudad de Santa Cruz.

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