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Cuídese de Evo Morales jugando fútbol

El Presidente de Bolivia perdió la paciencia y la diplomacia en un partido amistoso en el que se entregaba un césped sintético en La Paz. Evo, jugador estrella de su movimiento político, reaccionó airadamente con un rodillazo a un rival que antes lo golpeó en la espinilla. El Mandatario terminó sin tarjeta roja y con incapacidad de varios días.

El encuentro tenía en cancha y frente a frente al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), contra el Movimiento Sin Miedo (MSM), ahora en el bando ideológico contrario a Morales.  

El doctor Roberto Baldellón, que trató al presidente tras el "impacto violento" propinado por su rival, recomendó al jefe de Estado reposo de tres a cuatro días, así como un tratamiento de "crioterapia" en la zona afectada durante dos días, fisioterapia de carácter analgésica y la aplicación de un vendaje nocturno.

Al final, el resultado marcó un empate a cuatro. El último gol fue de Morales, que dejó a los dos equipos con ganas de revancha. Quizá, la próxima será de carácter electoral.

Las relaciones entre el MSM y el MAS de Morales se rompieron en enero pasado, cuando el Gobierno inició una campaña para eliminar con demandas judiciales a gobernadores y alcaldes opositores en la que se incluyó al de La Paz, Luis Revilla, del MSM.

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