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Higuita, mucho más que un loco

Transcurría la segunda mitad de la década de los ochenta en Colombia. Balas cruzaban y bombas retumbaban sin cesar. Los momentos de alegría eran pocos en esta tierra bañada en sangre.

El niño prodigio del fútbol apareció en medio de la oscuridad. Sus atajadas y maniobras con el balón en los pies hicieron olvidar a muchos la dura realidad nacional.

René Higuita, nacido el 28 de agosto de 1966 en el popular barrio Castilla de Medellín, se convirtió con el tiempo en ‘ídolo'.

De melena larga y ensortijada, vestimenta de colorines y baja estatura para su posición de arquero (1,76 metros), Higuita empezó a mostrar destellos de su grandeza futbolística con la selección Colombia Juvenil, en el Campeonato Suramericano de Paraguay, y luego, en el Mundial de la categoría efectuado en la Unión Soviética.

A pesar de haberse formado desde 1981 en las divisiones inferiores de Atlético Nacional, fueron los seguidores de Millonarios los que tuvieron el privilegio de presenciar su debut como profesional en 1985.

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Su talento innato, no sólo para jugar con las manos sino con los pies, lo llevaron a cometer lo que para entonces era una verdadera locura: abandonar los tres palos para divertirse un poco más cerca del área contraria, además de cobrar tiros libres y penaltis.

Con su regreso al Nacional, en medio de críticas y aplausos por su peculiar manera de jugar, la leyenda de Higuita, el arquero ‘líbero' y goleador, empezó a crecer.

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Sus actuaciones con el equipo ‘verdolaga' guiaron al ‘irreverente del arco' a ser convocado por primera vez por el técnico Francisco Maturana a la selección Colombia de mayores para la Copa América de 1987, campeonato en el que el combinado tricolor ocupó el tercer lugar.

Pero fue en 1989 con Nacional, cuando el guardameta saboreó la gloria.

Sus tapadas, entre las que se destacaron cuatro tiros penaltis a jugadores de Olimpia del Paraguay en la final de la Copa Libertadores, condujeron al conjunto antioqueño a obtener por primera vez para Colombia el título del torneo más importante de clubes de América, y al año siguiente el de la Copa Interamericana.

De la mano de René, el fútbol colombiano pasó de ser la ‘cenicienta' del continente a convertirse en protagonista.

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Ese ascenso internacional hizo posible que la Selección Colombia se clasificara después de 28 años a un Mundial de Fútbol, el de Italia 90.

El certamen ecuménico dejó un agridulce sabor para Higuita a quien, luego de realizar grandes actuaciones en la primera ronda frente a Emiratos Árabes, Yugoeslavia y Alemania (al final campeón del torneo), su excesiva confianza en el juego de octavos de final ante Camerún le hizo experimentar una de las mayores frustraciones de su carrera futbolística.

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Haciendo uso de sus arriesgadas maniobras, Higuita perdió el balón fuera de su área con el veterano delantero Roger Milla, que anotó el gol con el que quedaron sepultadas las ilusiones ‘cafeteras' de seguir avanzando. El guardameta pasó así de héroe a villano.

Pese a las críticas que arreciaron desde algún sector de la prensa y de la afición, René no renunció a su forma de divertirse en el terreno de juego. La personalidad y perseverancia en mantener su estilo lo condujeron a recibir la oportunidad con la que todo futbolista sueña, actuar en el fútbol europeo.

Empieza una nueva etapa

Real Valladolid de España, dirigido por su compatriota Maturana, y en el que contaba también como compañeros con Carlos ‘Pibe' Valderrama y Leonel Álvarez, se convirtió en 1991 en la primera experiencia internacional del golero.

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Tras un rápido y no muy afortunado paso por el balompié del viejo continente, René retornó al Nacional.

Luego de quedar campeón del rentado nacional con el equipo antioqueño en 1994, haber disputado una nueva final de Copa Libertadores en 1995 -torneo en el que el arquero pasó a la historia tras anotarle gol de tiro libre en semifinales al encopetado River Plate de Argentina-, y haber obtenido en 1997 su segunda Copa Interamericana, René emigró a México para jugar, hasta 1998, con los Tiburones Rojos de Veracruz.

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Los equipos colombianos Independiente Medellín (1999-2000); Real Cartagena (2000); Junior (2001); Deportivo Pereira (2002 y 2008); Bajo Cauca (2003) y Deportivo Rionegro (2008), de la Primera B; el ecuatoriano Aucas (2004); y el venezolano Guaros de Lara (2007), completaron el historial de conjuntos en los que militó el guardameta y con los que anotó durante su carrera deportiva -en partidos oficiales- un total de 44 goles, 37 de penalti y 7 de tiro libre.

Con la selección Colombia disputó 68 partidos internacionales, convirtiendo tres tantos y recibiendo 54. Su última participación con la tricolor fue en la Copa América de 1999.

Uno de los mejores arqueros de la historia

Aunque no hay duda de que Higuita se caracterizó por ser un gran atajador, producto de su manejo de área, ubicación, e impresionantes reflejos, el guardameta paisa pasó a la historia del fútbol mundial por ser diferente al común de sus colegas.

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Aparte de especializarse en los cobros con pelota quieta, el famoso estilo ‘líbero' de René inspiró a la FIFA a realizar, después del Mundial de 1990, un cambio en su reglamento.

El máximo ente del fútbol implementó la ley en la que le prohibió al guardameta recoger con sus manos los pases de sus compañeros, y lo obligó a utilizar más los pies para jugar el balón.

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Para Higuita, haber servido de ejemplo de la nueva reglamentación no fue suficiente. Entrenó durante cinco años una jugada que marcaría por siempre al fútbol mundial.

El 7 de septiembre de 1995, tapando con la Selección Colombia ante su similar de Inglaterra en el mítico estadio de Wembley, el golero, con acrobática maniobra, devolvió con los talones en el aire un remate de Jamie Redknapp.

La atajada, bautizada como el ‘escorpión', se volvió comidilla para los medios de comunicación de todo el mundo. El 22 de julio de 2008 fue elegida como la mejor acción de toda la historia del fútbol por los cibernautas del portal inglés footy-boots.com.

Y como si fuera poco, y para ponerle el ´moño' a una exitosa carrera deportiva que se cerró oficialmente el 24 de enero de 2010 en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, Higuita recibió en noviembre pasado en Mónaco el prestigioso premio del "Golden Foot" 2009, por su aporte al balompié mundial.

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Tras el momento nostálgico y merecido de la despedida del fútbol profesional del gran René, hay que decir que los que tildaron a Higuita de ‘loco', así fuera de cariño, se equivocaron. Él mismo lo dijo en el programa El Radar del Canal Caracol. "Cuando uno hace algo diferente, es un loco; pero cuando eso diferente da resultado, es un genio".

Después de 25 años de exitosa carrera profesional, al mundo del fútbol no le quedó otra que darle las gracias y decirle adiós a su ‘genio' René Higuita.

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Por: Juan Carlos Calderón Medina

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