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El fútbol argentino podría conocer este sábado a su campeón

Tras alcanzar victoria 1-2 ante Tigre en el triangular final, San Lorenzo quedó a noventa minutos de celebrar un nuevo título, si vence a Boca Juniors. En caso de presentarse triunfo "boquense" o empate, la definición del campeonato se postergará hasta el martes.

La satisfacción por el triunfo se mezcló entre los "santos" con una gran preocupación por la escuálida ventaja en el marcador obtenida en el arranque del triangular, y coincidieron en culpar al árbitro Saúl Laverni por no haber pitado al menos uno de los tres penaltis que reclamaron durante el partido.

Dos faltas al delantero Gonzalo Bergessio y un error reglamentario de Laverni en la acción ocurrida a los noventa minutos, cuando expulsó al portero de Tigre, Daniel Islas, por una agresión contra Pablo Barrientos, desataron el disgusto azulgrana.

El árbitro pitó la falta y dispuso la expulsión en momentos en que el balón continuaba en juego fuera del área, por lo que correspondía la sanción de la pena máxima.

"No nos pitaron, al menos, dos penaltis. Hay que avisarle a algunos que esto se decide por diferencia de goles", disparó Miguel Ángel Russo, entrenador de San Lorenzo, quien afirmó que para su equipo el campeonato "se decide el sábado" ya que "lo único que queda es ganarle a Boca".

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El técnico descartó que el conjunto boquense vaya a especular con la posibilidad de un empate para aprovechar el martes la debilidad de Tigre, que sufrirá dos bajas importantes, la del portero Islas y la del medio Diego Castaño, suspendido por acumulación de amonestaciones.

"Boca y San Lorenzo tienen un estilo de juego, salen siempre a ganar, y en finales como éstas no se puede especular", afirmó.

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En el Boca Juniors la obtención del título está directamente ligada a la continuidad de su entrenador, Carlos Ischia, según él mismo lo admitió en los tramos finales de la actual competición.

Debido a ello, los jugadores han expresado su solidaridad con el técnico, y el primero de ellos fue Juan Román Riquelme, la figura del equipo, quien el domingo pasado, tras marcar el tanto de la victoria ante Colón de Santa Fe en la jornada de cierre, fue el banquillo a abrazarse con Ischia.

Boca, acostumbrado a resonantes conquistas en los últimos años, comienza a sentir los efectos de una sequía sólo atenuada por la Recopa Suramericana, que comenzó a mediados de 2007, tras la obtención de la Copa Libertadores con Russo en el banquillo.

Pese a ese logro, la directiva resolvió no renovar el contrato del entrenador, fichado por San Lorenzo a mediados de este año tras el alejamiento de Ramón Díaz, ahora técnico del mexicano América.

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"Ischia es una persona que está haciendo un trabajo muy serio y se merece lo mejor", afirmó el zaguero paraguayo Julio César Cáceres, mientras que el medio Sebastián Battaglia dijo que "Carlos es un técnico inteligente, buena persona y con experiencia. Él, como nosotros, tuvo muchos obstáculos en el año y merece ganar el título y seguir en el club".

Jorge Amor Ameal, presidente boquense, comentó que el análisis sobre la labor de Ischia "se hará cuando termine el campeonato, no antes".

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