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ENTRE POCHOS Y LOCHOS

De mis mejores amigas, gracias a mi profesión, es la calculadora. Ayer salí del estadio luego de la derrota ante el Junior y la utilice para clasificar a Millonarios. Y sí, por ahí hay una luz numérica para estar entre los 8 mejores del FPC. Pero mi amiga fiel no calcula las variables más importantes. El nivel de los rivales, el cambio de DT y sobre todo como están nuestros jugadores. El nivel y actitud de este equipo es de extremos y de momentos. El mejor ejemplo es el Pocho Insua que ayer fue de los aceptables. Jugo con ritmo, con soltura y durante 90 minutos. Al final le falto aire pero corría con lo que le daba el alma. Cosa que no habíamos visto en este torneo. En este sube y baja hay varios. Ya no sabemos que esperar de los once que salen a la cancha. Terminamos sorprendidos gratamente por como sube el nivel de algunos y terriblemente preocupados por como otros decaen. Vikonis que nos salva en cada partido ayer regalo un tiro de esquina que terminó en gol de Junior. Maxi corre y desbarata defensas pero no levanta la cabeza ni para pedir el pan y ahí pierde su relevancia. Mayer dos partidos seguidos donde pasa desapercibido. Henriquez y Vega cumplidores, Blanco mejorando pero Robayo en caída libre de su nivel. Rangel solo contra el mundo (y adivinen quien ganó) y Lewis que quiere hacer todo al mínimo esfuerzo. Y nada de regularidad porque tocan el césped y pueden cambiar drásticamente sin razón. Caso aparte los que carecen de alma y corazón. Luis Mosquera es la persona más irresponsable del mundo. Aparte de su regular displicencia y falta de nivel de jugador es normal que deje a Millonarios con uno menos en momentos decisivos. Omar Vasquez que nos dejó una grata impresión frente a Equidad volvió a ser el vuelticas de siempre. Y David Silva que sigue sin entender que hay que hacer los pases a los de azul , A LOS DE AZUL!!!!, camina la cancha convencido que eso de poner y correr no es con él. Estamos entre jugadores que quieren sacar adelante el semestre, otros con una irregularidad tremenda y otros que andan con una locha absurda de jugar en Millonarios. Con esta mezcla Rubén Israel hace la conservadora y empata en el último minuto un clásico o la kamikaze de ayer con 10 jugadores y perder. Saco mi calculadora de nuevo, ella es la única que me da esperanzas de clasificar este semestre. Y Gustavo Serpa, el jefe de los lochudos, muerto de la risa en el Country Club. MINUTO FINAL: Stiven Vega con 17 años es muchísimo más central que Gabriel Díaz. Sobre Vega hay que edificar la defensa. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR

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