La lluvia dijo presente en el Metropolitano lo que complicó un partido que prometía mucho. La velocidad de la pelota y la traicionera humedad acompañaron el primer tiempo en el que Alianza volvió a hacer bien lo que mejor hace: acortar líneas, contragolpear y aprovechar las pocas opciones que genera.
Así llegó el primero, de Castillo, aprovechando la pasividad defensiva de un Junior al que le gusta atacar pero que no tuvo chispa con Ortega, titular esta vez en vez de Jarlan.
Se jugó bien por los dos equipos, la doble línea de cuatro de Alianza le hizo frente al dominio de pelota de un Junior que se estrelló con ella una y otra vez, y que cuando la superó se enfrentó con Ricardo Jerez, tal vez uno de los mejorers arqueros del campeonato.
Pero Jerez nada pudo hacer para evitar el empate en un cobro penal de Vladimir Hernández después de una falta muy discutida sobre Ortega: ¿se dejó caer, lo tocaron en el brazo o fue un forcejeo normal? Lo cierto es que al finalizar la primera parte el duelo se fue con un 1-1 justo.
Lo del segundo tiempo fue diferente: Alianza se cayó física y anímicamente, y un Junior envalentonado lo acorraló hasta que llegó el 2-1 gracias a Michael Ortega, que puso arriba al equipo que merecía estar ganando gracias a lo hecho y al bajón de su rival.
Ortega se fue entre aplausos por Barrera, quien terminó de condenar al medio campo santandereano. Sin embargo, la diferencia se mantuvo hasta el final.
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