Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Gol Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
No, gracias.
¡Claro que sí!

Publicidad

Boyacá Chicó 1-1 Millos: ¿Osorio Botello volvió a salvar a Richard Páez?

Como en el clásico, cuando marcó tres goles, el goleador vallenato se apuntó un tanto de último minuto que evitó otra derrota dolorosa para el técnico venezolano.

El de este sábado en Tunja debía ser para Millonarios un punto de inflexión, un nuevo empezar en una Liga Postobón que ya anda por la décima fecha. La derrota en el clásico había calado en la hinchada y en las directivas. Se acababan los plazos, si bien se visitaba una plaza sin sabor a victoria desde hace seis años.

Resultó todo lo contrario. El equipo de Bogotá se estrelló contra un Boyacá Chicó inmerso en el mismo mar de angustias que no pensaba regalar nada en casa.

Richard Páez planteó de entrada una idea diferente a la del fin de semana pasado. Pobló la mitad del campo para luchar de tú a tú un sector en el que Boyacá Chicó es generalmente fuerte. Montó un 4-2-3-1 con Luis Mosquera por izquierda y Wilberto Cosme por derecha que, al mismo tiempo, brindara más compañía a Mayer Candelo.

Y le dio resultado porque el dominio fue azul en la primera mitad, aunque como ha pasado este semestre, sin profundidad, sin pegada. La constante de Millonarios es llegar a tres cuartos de cancha y embolatarse con el balón. Por eso, Humberto Osorio Botello lució perdido durante gran parte del partido.

Publicidad

Así y todo, el atacante azul inquietó el arco de Cristian Bonilla en varias oportunidades, sobretodo al comienzo del partido en Tunja, con un remate y un cabezazo dentro del área.

En ese primer tiempo, Boyacá Chicó tuvo problemas en la creación y en la tenencia del balón. No supo aprovechar, por ejemplo, las constantes malas salidas de la defensa azul.

Publicidad

Mejoró el equipo boyacense en el segundo tiempo. Alberto Gamero le dio dinámica a la zona de volantes con el debut del panameño Eybir Bonaga en lugar de Diego Chica. Y entonces el dominio fue ‘ajedrezado'. Jorge Vidal cobró un tiro libre peligroso abriendo la segunda etapa. Se veía venir el primero para los locales.

Llegó en los pies de José Erick Correa, ese diamante que tiene Eduardo Pimentel y que se transforma de promesa a realidad a punta de goles. Al minuto 58, eso sí, aprovechó otro error grosero del central Ignacio Ithurralde: pelotazo de Perlaza, midió mal el uruguayo y le quedó al delantero del Boyacá Chicó para fusilar a Nelson Ramos.

El 1-0 motivó un caos en Millonarios. Ahora con la obligación, llegaron los errores de siempre. Richard Páez sacó a Járol Martínez, Wilberto Cosme e Ignacio Ithurralde por Ómar Vásquez, Matías Urbano y Oswaldo Henríquez. Nada pasaba, el desespero, la angustia, ese vacío mental que se tomó las mentes azules este semestre hacía lo suyo.

Hasta que llegó el regalo de Cristian Bonilla. Centró Mayer Candelo y el juvenil arquero ‘ajedrezado' calculó mal en la salida para dejar el balón servido a Humberto Osorio Botello, quien solo tuvo que empujarla de cabeza para empatar. Era el minuto 90 y ya los 10 mil hinchas azules que llegaron al estadio La Independencia se iban furibundos y perdedores.

Publicidad

Sin embargo, el tanto no calma la marea en Millonarios. No hay cómo: el semifinalista del último torneo hoy está en el triste puesto trece, con 11 puntos, dos derrotas consecutivas y a dos unidades del octavo lugar. Lo más grave es que el divorcio del técnico Richard Páez es cada vez más radical. La que llega será una auténtica semana de calvario en las toldas azules.

En la otra orilla no es que anden muy bien. Boyacá Chicó dejó escapar más puntos como local y la casilla 16 (10 puntos) señala el mal presente de los de Alberto Gamero.

Publicidad

Revise la ficha técnica y las estadísticas del juego en Tunja aquí http://www.golcaracol.com/detallepartido?game=136597&cup=colombia 

  • Publicidad