"Desde el principio sabíamos que el juego iba a ser difícil, pero que podíamos darle vuelta y gracias a Dios lo conseguimos", manifestó para el Canal Win Sports el samario de 31 años, minutos después de que Nacional ganara su estrella número 14 ante Junior de Barranquilla.
Tras el 2-1 en los 90 minutos de este miércoles, 2-2 en el global de la serie y 4-2 en la definición desde el punto penalti, Henríquez aseguró que el actual es uno de los títulos que más ha disfrutado porque "quería quedar en la historia de este equipo y gracias a Dios lo logré".
El central finalizó dando "gracias a Dios porque he podido jugar en equipos muy importantes como el Once Caldas y Nacional. Hoy sólo puedo tener palabras de agradecimiento con todas las personas que me ayudaron y celebrar con mi familia".