La cosa es así: por reglamento de la FIFA, si un club como el Barcelona llegara a la final de la Champions League no podría contar con su tridente goleador formado por el uruguayo Luis Suárez, el brasileño Neymar y el argentino Lionel Messi, que a esas alturas de la temporada ya deberían estar concentrados con sus respectivas selecciones.
La Copa América comienza el 11 de junio, así que clubes deberían ceder los jugadores el 29 de mayo (14 días antes, según el reglamento de FIFA). ¡El problema es que la final de la Champions es el 6 de junio!
Por supuesto, Barcelona no es el único afectado: Colombia tendría que negociar con el Real Madrid por James Rodríguez, así como Brasil por Marcelo, Uruguay con el Atlético de Madrid por Godín y José María Giménez, Brasil con el PSG por toda su defensa, incluyendo al capitán Thiago Silva...
Lo más dramático del asunto es que el pacto de entendiemiento que regula la cesión de jugadores a sus selecciones parece no tener excepciones dada la tensa situación política que se vive entre Michel Platini, presidente de la UEFA, a quien le interesa mantener a las figuras en la final de la Champions, y Sepp Blatter, presidente de la FIFA y quien debe interceder por el torneo continental.
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