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Los Angeles Galaxy y el Houston Dynamo definirán el nuevo campeón de la MLS

Por segunda temporada consecutiva, los californianos y los tejanos se enfrentarán por el título de la MLS Cup. El año pasado los angelinos se quedaron con el trofeo.

El Galaxy, actual campeón, que al igual que el Dynamo, tuvieron que disputar un partido de "comodín" para entrar en la fase final, se proclamaron campeones del Oeste al vencer en la eliminatoria por el título a los Seattle Sounders con marcador global de 4-2.

El equipo angelino en el primer partido de ida venció 3-0 en su campo, el Home Depot Center, y el domingo perdió 2-1 en el de vuelta disputado en el CenturyLink Field, de Seattle.

Aunque los Sounders se pusieron con la ventaja parcial de 2-0 a los 57 minutos, un penalti polémico señalado por el árbitro estadounidense Mark Geiger, el mismo que dirigió el amistoso de Colombia contra Brasil, cambió la marcha del partido y de la eliminatoria.

El veterano delantero irlandés Robbie Keane se encargó de lanzar el penalti y marcó a los 68 minutos el gol de la tranquilidad del Galaxy, que sintió la ausencia del centrocampista inglés David Beckham, baja por dolores musculares.

El entrenador del Galaxy, Bruce Arena, reconoció que su equipo no hizo un fútbol brillante, pero sí lo justo para conseguir el pase a la final, que se jugará el próximo 1 de diciembre en su campo, el Home Depot Center, como sucedió el año pasado, cuando ganó por 1-0 al Dynamo.

El equipo de Houston, al igual que el Galaxy, no fue el mejor durante la temporada regular y quedó quinto en la clasificación de la Conferencia Este, pero en la final ganó también por un global de 4-2 al D.C.United, y revalidó el título de campeón.

El gran héroe para el Dynamo fue el centrocampista hondureño Boniek García, que a los 33 minutos adelantó al Dynamo en el marcador y aunque el D.C.United logró el empate a los 83 por intermedio del delantero montenegrino Branko Boskovic, no fue suficiente.

El Dynamo, que había ganado en su campo, el BBVA Compass Stadium, de Houston, por 3-1, contra todos los pronósticos, vuelve a la gran final de la MLS con ánimo de revancha, aunque de nuevo el factor de la localía favorecerá al Galaxy, que se presenta como favorito y más si Beckham logra recuperarse a tiempo y Keane sigue con su racha goleadora.

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