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"América merecía ser campeón de Libertadores": 'El Bocha' Santín

El recordado exjugador de los diablos, así como de Nacional y Cúcuta habló en exclusiva desde Argentina, en donde es asistente de Ricardo Gareca en Vélez. Colombia, siempre en su mente.

Llegó a Colombia con muchas ilusiones pero confiesa que nunca imaginó que iba a lograr tantos reconocimientos a nivel individual y colectivo. De igual forma, terminó dejando huella tanto en la A, con Nacional y América, como en la B, ascendiendo al Cúcuta Deportivo a la máxima categoría del fútbol colombiano como director técnico en 1996.

Sergio Rodolfo Santín Spinelli, más conocido como 'el Bocha', fue un uruguayo que jugaba como ‘10' clásico que se destacó en el América de Cali de 1987, equipo que fue subcampeón de la Copa Libertadores, en el cual hacía dupla con Ricardo el ‘Tigre' Gareca, goleador de aquella edición de ese certamen. Además, disputó el Mundial de México de 1986 con la selección ‘charrúa' al lado de Enzo Francescoli.

Hoy en día es el asistente técnico del mismo Gareca en el equipo argentino Vélez Sarsfield, conjunto con el que ya fue campeón en 2009 y que ahora es líder del Torneo Inicial 2012, pero no olvida su paso por el fútbol colombiano y aquí narra algunas de sus experiencias.

¿Cómo se conoció con Ricardo Gareca?

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Con Ricardo nos conocimos en América. Yo lo enfrentaba cuando jugaba en Nacional y él jugaba en América. Después fuimos compañeros en el equipo de Cali y empezamos una amistad ya que, futbolísticamente, estuvimos tres años juntos.

¿Cuándo jugaban se imaginaron que iban a formar una dupla de director técnico y asistente?

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No, eso se dio después cuando a Ricardo lo llamaron del América, él me habla a mí a ver si quería acompañarlo, yo en ese momento estaba en Medellín y fui para Cali a trabajar con él y ahí arrancamos. En ningún momento se habló mientras jugábamos.

O sea que usted no estuvo con él en los equipos anteriores que él dirigió...

No, yo no estaba. Yo empecé con él en el América. Él arrancó acá (en Argentina) en Talleres de Córdoba, equipo al que dirigió muchos años. Yo dirigí al Cúcuta allá (en Colombia) en la B y fuimos campeones con ese equipo y ascendimos a la A. Después me fui para Medellín, me dediqué a un restaurante y después de unos años empecé a trabajar con Ricardo a partir de que él me llama.

Y hablando de su etapa como jugador del América, ¿por qué piensa que América no pudo conseguir esa Copa Libertadores de 1987, qué faltó?

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No faltó nada. Nosotros estuvimos muy cerca de ganar ese título porque empatando éramos campeones. Faltaban segundos para terminar ese partido en Chile contra Peñarol y Diego Aguirre nos hizo el gol. No ganamos simplemente porque se dio esa jugada en la que Aguirre resolvió de gran forma. Fue una lástima porque creo que América hizo méritos y contrataciones importantes y con el nivel que había tanto en el fútbol colombiano como en el continente no era fácil, al menos, llegar a una final de Copa Libertadores. Me parece, como jugador de América que fui y como hombre del fútbol que soy, que América merecía ganar una Copa Libertadores porque armaba muy buenos planteles, hacía una inversión importante en el fútbol y tenía un técnico como Gabriel Ochoa Uribe que era muy bueno organizando los equipos.

¿Qué opina acerca de esa época del fútbol colombiano?

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En esa época, equipos como América, Millonarios y Nacional le dieron un valor importante al fútbol colombiano a nivel internacional que ahora tiene, pero no podemos olvidarnos de lo que en ese momento hicieron los jugadores y la dirigencia. En ese entonces había un campeonato importante y exigente en Colombia, con grandes jugadores donde los hinchas iban al estadio y tenían la oportunidad de ver en Nacional a jugadores como César Cueto, José Luis Brown, Alexander ‘Zapuca' Montaño, Hernán Darío Herrera y Pedro Sarmiento, y América tenía cinco o seis extranjeros de primer nivel; lo mismo Bucaramanga, Cúcuta, todos los equipos tenían extranjeros de primerísimo nivel.

Y en cuanto a la época del narcotráfico que se vivía en Colombia, ¿usted alguna vez vio o notó algo raro que le hiciera sospechar que algo pasaba?

¡No, nada! Al fútbol se lo quiere ensuciar con cosas que no tienen nada que ver con este deporte. No se puede quitarle valor a una época que fue brillante en el fútbol colombiano, tanto a nivel nacional como a nivel internacional y que a mí me tocó vivir. No se puede quitarle valor y dejar de reconocer el trabajo de dirigentes, técnicos y de toda la gente que estaba en el fútbol, entonces hay que tener cuidado con eso.

¿Qué opina de la propuesta que hizo el presidente de Millonarios, Felipe Gaitán, en la que hablaba de devolver dos títulos porque "fueron ganados en época de narcotráfico"?

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Me parece una locura. Se nota que este señor no es un hombre de fútbol. El fútbol tiene cosas muy buenas. Para mí, que yo lo he vivido desde adentro y que lo sigo viviendo, el fútbol es un ejemplo de trabajo, de sacrificio y de honestidad, entonces, por personas que yo sé el sacrificio que han hecho en la cancha de una manera leal, estos comentarios me parecen una locura.

Con Colombia en el corazón

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Hablemos de sus primeros pasos en nuestro fútbol, ¿cómo se dio su llegada a Colombia?

Eso fue cuando yo tenía 23 años. El presidente de Cúcuta fue al club Danubio en Montevideo porque estaba buscando jugadores en determinadas posiciones y me contrató a mí.

¿Y qué fue lo primero que pensó después de tomar la decisión de ir a jugar al fútbol colombiano?

Yo sabía que iba a un fútbol importante, al que iban jugadores de todos lados. Colombia estaba considerada en Sudamérica como un destino futbolístico importante, entonces para mí era importante llegar allá, triunfar, andar bien y estar mucho tiempo, además de que era la manera de tener una seguridad y una tranquilidad económica.

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¿Se imaginó que iba a conseguir todo lo que logró?

No, uno cuando es joven se tiene confianza pero no sabe hasta dónde puede llegar. La gente a uno le va diciendo y yo en ese momento estaba en la Selección uruguaya, pero igual era joven y era mi primer pase internacional.

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¿Por qué cree que hoy cuesta tanto contratar extranjeros del nivel que se hacía antes?

Antes el fútbol colombiano estaba en condiciones de salir a buscar jugadores y hacer contrataciones, hoy en día no se da por dos razones: primero, porque económicamente los costos son altísimos y, segundo, porque el nivel en el fútbol colombiano ha crecido, a pesar de que en mi época habían grandes jugadores, por ejemplo, Willington Ortiz, quien fue y será un gran jugador. Además de Willington, yo tuve la oportunidad de jugar con tipos como Hernán Darío Herrera y Arnoldo Iguarán que hoy en día estarían en condiciones de jugar en Europa como está Falcao ahora; jugadores que futbolísticamente, físicamente y técnicamente estaban en un nivel muy bueno.

Usted en la Selección uruguaya jugó con Enzo Francescoli, hábleme de esa experiencia.

Enzo fue un jugador importante, humilde y muy buena persona, pero dentro del fútbol era uno más. Cuando los jugadores están en grupo no hay una diferencia, somos todos iguales y ninguno se impresiona con el otro. Yo, por otro lado, estaba acostumbrado porque, por ejemplo, en Nacional jugaba al lado de Cueto y José Luis Brown, además de jugadores de la Selección colombiana como Sarmiento y Herrera.

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¿Cuál sería el mejor jugador con el que jugó, sea en el mismo equipo o en contra?

No sé. Muchos. Yo jugué con muchos muy buenos que incluso eran jugadores de Selección como Roberto Cabañas y Julio César Uribe, además de los que te mencioné anteriormente.

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¿Qué es lo que más recuerda de su paso por Colombia?

Tuve la fortuna de estar en un fútbol muy competitivo, en un país que siempre estuvo muy bien, y la prueba de que me gustó mucho es que me quedé a vivir allá y me casé con una colombiana (tanto su esposa como sus dos hijos menores son paisas y actualmente viven en Medellín). Yo siento a Colombia igual que a Uruguay, es como si estuviera en mi país porque viví muchos allá y mi familia es de ahí.

¿Sigue en contacto con sus ex compañeros del fútbol colombiano?

¡Sí! Con muchos. Santiago Escobar, Sarmiento, Herrera, Ochoa Uribe, Cabañas que está viviendo en Cali, y también con Carlos Ischia y Julio César Falcioni. No es fácil juntarse y verse, pero cuando nos cruzamos uno se acuerda.

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El América, Nacional y Santín

¿Ve fútbol colombiano?

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Sí, cuando puedo, veo. Por internet estoy al tanto de todo, y además hablo con mi hijo que está allá viviendo en Colombia que me cuenta y hablamos siempre de fútbol. Con Ricardo (Gareca) también; él me pregunta mucho del fútbol de allá, por los equipos, por el América.

Y ya que menciona al América, ¿qué opina sobre el momento del conjunto ‘escarlata'?

América es un grande, pero bueno, hay momentos que se presentan de una manera que uno no desea, pero América por su hinchada, por lo que representa en Colombia y a nivel internacional, al igual que Millonarios y Nacional, es uno de los equipos grandes de Colombia.

¿Por qué piensa que América se fue a la B?

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No sé. No estaba allá. No tengo ni idea. No te puedo decir porque no sé.

¿Usted volvería al América, le gustaría?

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Sí, a cualquiera de los equipos que he estado allá. Obviamente está lo que uno quisiera, pero también están las situaciones de trabajo que a uno lo van llevando a otros lugares y uno mira muchas cosas, pero no sabe uno cómo puede ser el futuro, y por ahora ando acá en Vélez.

¿Qué recuerdos tiene de la gente de Nacional?

Tengo un recuerdo muy bueno de la hinchada y de la gente de Nacional. La ciudad y la gente es una de las razones por las cuales yo me quedé en Colombia. También por la manera de vivir allí, la forma en que resuelven las cosas, el país, los lugares y, por supuesto, mi señora. Medellín y la gente de allí te llevan a querer estar en ese lugar. Igualmente, me gusta mucho el país en general. Yo viví en Cúcuta, Pereira, Bogotá, Manizales, Cali y Medellín y en todos los lugares me sentí bien.

¿Cómo fue ese pase de Nacional a América, no tuviste problemas con la gente?

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No, porque si vos sos un buen profesional, el hincha valora eso. Igualmente, hoy en día, el fútbol es más fanatizado y se ha vuelto una locura, en aquella época no era así.

¿Le gustaría volver a ser director técnico?

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Por el momento no quiero pensar más allá de lo que estoy haciendo ahora. No me vuelve loco pensar más allá. En este momento estoy en el lugar y en el cargo que quiero estar y haciendo la función y el trabajo que quiero hacer y tengo que concentrarme en eso. Yo vivo el presente que es Vélez y ayudante de campo de Ricardo.

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