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Benfica respira en Champions con un 1-0 al Mónaco

En un partido de pocas opciones Talisca anotó el gol de la victoria al 82 y se suma al Zenit y al derrotado club monaguesco en la pelea por acompañar a Leverkusen en octavos de final.

 

Talisca, apodado como el "nuevo Rivaldo", enganchó un remate en el 82 en un balón suelto en un córner y arruinó la excelente segunda parte de los monesgascos, que habían estado muy cerca de adelantarse.

Con esta victoria y a falta de dos jornadas, los actuales finalistas de la Europa League se meten en la pelea por los octavos, pues suman cuatro puntos, los mismos que el Zenit ruso, uno menos que el Mónaco, que es segundo, y cinco menos que el Bayer Leverkusen alemán, líder.

El espigado Talisca, héroe del encuentro, intentó amedrentar enseguida a los monegascos. El brasileño arrancó en diagonal y filtró un pase en carrera para Eduardo Salvio.

El argentino, con un colega desmarcado en el punto de penalti, optó por rematar, aunque lo hizo con muy poco tino.

La embestida prometía una oleada ofensiva de los de Jorge Jesús que no sucedió.

Es cierto que monopolizaron el balón, lo intentaron por dentro, por la izquierda y derecha, pero las ocasiones claras brillaron por su ausencia.

Mónaco, un equipo desmantelado en el verano que sobrevive por el orden del entrenador portugués Leonardo Jardim y por la experiencia de sus compatriotas Joao Moutinho y Ricardo Carvalho, fue una piedra en el zapato de los lisboetas.

Echan de menos la calidad y la pegada de los colombianos James Rodríguez y Radamel Falcao o del búlgaro Dimitar Berbatov (lesionado), pero conservan una espartana organización en torno a Jérémy Toulalan y Geoffrey Kongdobia, exMálaga y exSevilla, respectivamente.

Sin hacerse notar, los del Principado pusieron un nudo en la garganta al Estadio de La Luz cuando el lateral derecho brasileño Fabinho la puso en el área pequeña defendida por el guardameta brasileño Júlio César, pero no halló destinatario claro.

Recuperado de sus molestias, el internacional brasileño no fue llamado a intervenir muchas veces en el primer tiempo. En la única ocasión que se le exigió, respondió elevándose con clase para despejar un cabezazo del lateral francés Kurzawa. La jugada en la que se lució ya estaba, sin embargo, anulada por juega de juego.

Al filo del descanso, el argentino Nico Gaitán, el mago de los locales, estuvo muy cerca de romper la cerca monegasca. Su remate franco dentro del área lo desvió con reflejos el defensa Raggi.

La postura del Mónaco cambió en el inicio del segundo tiempo. Dejó de ser tan cauto y se propuso ir a por el rival.

En los primeros cinco minutos había atacado más que en los primeros 45. La velocidad del joven argentino Lucas Ocampos y la potencia del costa-marfileño Lacina Traoré ponían en jaque a la defensa local.

Talisca respondió al dominio rival con una de sus especialidades, un zurdazo desde fuera del área. El meta croata Danijel Subasic sacó el disparo.

Pero el Mónaco no quiso soltar el mando. El belga Yannick Ferreira-Carrasco, otro extremo rápido al estilo de Ocampos, desbordó por el costado izquierdo del Benfica y su remate lo despejó con clase Júlio César, en su segunda intervención de mérito.

Desarbolado por la velocidad de los visitantes, el Benfica se llevó otro susto cuando el gigante Traoré disparó ligeramente desviado en un contraataque.

Los locales pidieron la palabra a balón parado, pero el brasileño Rodrigo Lima, en buena posición, cabeceó desviado.

Fue el balón parado la boya de salvación de Talisca, quien remachó en un córner en el 82 un balón suelto.

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