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Dinamo Kiev 1-0 Maccabi Tel-Aviv: los ucranianos se instalaron en octavos

El gol de Denys Garmash bastó para que los locales alcanzaran el segundo puesto del grupo G, con 11 puntos, y sellaran su clasificación. Los de Israel quedaron últimos.

 

Dinamo de Kiev superó la fase de grupos de la Liga de Campeones 17 años después al vencer por 1-0 al Maccabi de Tel Aviv, único equipo que no ha sido capaz de lograr punto alguno.

 

Tuvo que ser bajo la dirección de Sergei Rebrov. En la temporada 1998-99 era una de las figuras del pujante conjunto ucraniano junto a Andrei Shevchenko. Entonces rebasaron esta instancia y accedieron a los cuartos, en los que acabaron con el reinado del Real Madrid, aunque en semifinales no pudieron con el Bayern Múnich.

 

Rebrov ha conseguido que su equipo, en un periodo muy duro para el país, le diera una alegría a su afición, con la que, por cierto, no pudo celebrarlo porque el encuentro se disputó a puerta cerrada por sanción de la UEFA.

 

Ni siquiera la lesión de su estandarte, Andriy Yarmolenko, impidió el pase. Curiosamente, tras lesionarse y retirarse Yarmolenko en una acción con Avraham Rikan, llegó el tanto que significó el triunfo y el pase, al aprovechar Denys Garmash el rechace del meta serbio Predrag Rajkovic a un remate sobre su portería de Tal Ben Chaim.

 

Para entonces el Dinamo de Kiev ya había mostrado ser superior a la escuadra del balcánico Slavisa Jokanovic, que llegaba con la pretensión de apostar por el orden en la defensa liderada por el español Carlos García y sorprender a la contra con Zahavi.

 

El gol tranquilizó al Dinamo de Kiev, quizá hasta en demasía, porque perdió presión y velocidad. Aunque mantuvo el control del juego, concedió más salidas al Maccabi Tel Aviv, que inquietó en un par de ocasiones la meta del veterano portero de 40 años Olexandr Shovkovskiy, superviviente de la anterior clasificación.

 

A 2.400 kilómetros, en Stamford Bridge el Chelsea ganaba al Oporto, que se quedaba fuera. Un tanto del Maccabi, no obstante, dejaba fuera al Dinamo Kiev, así que no le quedaba otra que tratar de cerrar el partido con un segundo gol.

 

Garmash lo tuvo muy pronto (m.48) tras un lanzamiento de falta que remató en solitario en el borde del área pequeña, pero su cabezazo se marchó fuera.

 

Al equipo de Rebrov le entró un cierto temor a dejar escapar la clasificación, se encogió algo, prefirió no arriesgar y el equipo israelí, que no quería abandonar la competición de vacío, volvió a meter el miedo en el cuerpo a los ucranianos, aunque de forma muy inocente y sin pegada.

 

El Dinamo de Kiev se limitó a evitar riesgos innecesarios, a no rifar el balón y a esperar alguna acción que le pudiera dar la sentencia, pero sin la magia de Yarmolenko fue misión imposible. El Maccabi, con escasos recursos, tampoco dio para mucho más.

 

Ficha técnica:

 

 

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