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De pensar en retirarse por una lesión a ser figura del Mundial Sub-17: la historia de Luisa Agudelo

La arquera de la Selección Colombia Femenina Sub-17, clave para clasificar a la final, y sus secretos, anécdotas, vivencias y más, contadas por Alejandro Patiño, director de Guardianes del Arco, club donde se formó.

Luisa Agudelo, arquera de la Selección Colombia
Luisa Agudelo, arquera de la Selección Colombia Femenina Sub-17
Federación Colombiana de Fútbol

En las últimas horas, una de las frases que más se ha utlizado en nuestro país ha sido que la Selección Colombia Femenina Sub-17 "ha hecho historia", pero, ¿A qué se refieren? Según la RAE (Real Academia Española), aplica cuando se trata de "un hecho que adquirió la importancia necesaria como para ser recordado", en este caso puntual, debido a la clasificación, por primera vez en todas las categorías de la 'tricolor', a la final de un Mundial.

Las responsables de regalarnos esta enorme alegría, que se consumó este miércoles 26 de octubre de 2022, tras vencer a Nigeria por 6-5 en penaltis, luego de haber igualado 0-0 en el tiempo reglamentario, y que quedará escrita en las páginas doradas de nuestro deporte, fue un grupo de 21 jugadores, en cabeza del entrenador Carlos Paniagua, que no negaron ni una gota de sudor, lo dieron todo en cancha y están decididas a marcar una era.

Gabriela Rodríguez, Linda Caicedo, Yésica Muñoz, Juana Sofía Ortegón y Ana María Guzmán fueron fundamentales en los 90 minutos disputados, creando las mejores opciones de peligro y haciéndonos ilusionar con dar este importante paso, el cual estaba cerca, pero a la vez lejos. Sin embargo, en este capítulo que se estaba escribiendo, había espacio para alguien más: Luisa Agudelo, nuestra salvadora, protagonista y figura de esta gesta.

A sus 15 años, pero con una talla que destaca (mide 1,73 metros), esta guardameta 'voló' hacia el palo izquierdo, detuvo el cobro de la nigeriana Comfort Folorunsho, encendió los flashes, se 'robó' las miradas y, de inmediato, desató la locura en el combinado patrio. Desde ese momento, millones de personas la aplaudieron a distancia, empezaron a hablar de ella y las redes sociales se inundaron con su nombre, con mensajes de agradecimiento.

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En la actual edición de la cita orbital, solo ha recibido dos goles, los cuales fueron contra España y México, ambos en fase de grupos. Pero eso no es ninguna casualidad, ya que, en el pasado Suramericano, disputado en territorio uruguayo, solo le marcaron dos tantos, uno contra Chile, en la zona de grupos, y otro enfrentando a Brasil, en el cuadrangular final. Y no son los únicos registros que sorprenden y demuestran su grandeza.

Si de récords y estadísticas hablamos, es imposible no hacer alusión a que es la más joven tanto de la Selección Colombia Femenina Sub-17, como del Mundial, que se juega en la India; mismo reconocimiento que tuvo al haber debutado con la camiseta del Cortuluá, club que le abrió las puertas y en el que llegó para adueñarse del arco, convirtiéndose en titular y jugando siete compromisos en la pasada Liga femenina del fútbol colombiano.

Luisa Agudelo, arquera de la Selección Colombia Femenina
Luisa Agudelo, arquera de la Selección Colombia Femenina Sub-17
Federación Colombiana de Fútbol

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Es así como, si de "hacer historia" se trata, cada página de la vida de Luisa Agudelo, podría, fácilmente, terminar con esta frase. A pesar de que su carrera profesional empezó relativamente hace poco y que sufrió una dura caída, al padecer una delicada lesión (contusión ósea), que la alejó por más de un año de las canchas y la llevó a pensar en que no podría volver a jugar, se repuso y ya ha venido construyendo cosas enormes.

Lo que inició en la escuela Balón de Oro, continuó en la Selección Valle, llegó a Sporting Club en Cali y, ahora, hace parte de Cortuluá y la 'tricolor', promete y mucho, o sino que lo diga Alejandro Patiño, director de Guardianes del Arco, escuela de arqueros que la acogió para "pulir ese diamante en bruto", como él mismo lo afirmó en entrevista con Gol Caracol, en la que también dijo que "es la David Ospina del fútbol femenino".

Este es un proceso y una relación que lleva casi cinco años, donde han guiado, aconsejado, apoyado, ayudado y conocido a la perfección a Luisa Agudelo. Por eso, Patiño contó anécdotas, reveló detalles de la forma de ser y personalidad de la guardameta, habló de sus virtudes, de cómo vivió este momento tan especial, el cariño tan grande que le tiene, uno que otro mensaje que han cruzado en medio del Mundial y más.

¿Cómo vivió ese penalti atajado por Luisa Agudelo, en el Mundial femenino Sub-17, en la India?
"Es una satisfacción gigante; hay medallas que son invisibles, pero que están ahí y este es un caso. Estoy súper feliz, es un orgullo enorme. Pocas veces, he llorado de orgullo en mi vida y este miércoles me pasó. Las lágrimas no salieron de dolor, sino de una alegría y felicidad enorme. Hay momentos en los que me cuesta decir algunas palabras, pero, en general, eso y mucho más fue lo que sentí al ver lo que se estaba logrando y que ella había sido una de las grandes protagonistas".

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Verla donde está y que ustedes sean partícipes de ello, ¿Qué significa?
"Con tan solo 15 años, está asumiendo un rol que, de pronto puede que sea temprano para su edad, pero que la verdad lo está asumiendo de una buena manera. Sabíamos que con ella iban a pasar varias cosas interesantes y, desde hace cuatro o cinco años, le apostamos a eso, sabiendo que Luisa era una chica especial y que había que trabajarla. Ver el resultado es grandioso, con un crecimiento gigante. Lo que hizo es una confirmación de que todo es maravilloso y vamos bien".

¿Cómo, a tan corta edad, se logra esa madurez, mentalidad y seguridad que transmite?
"Luisa es una chica que nació con unas condiciones especiales. Por fortuna es colombiana (risas) y la tenemos desde una corta edad en nuestra escuela de formación, potencializando esos dones que Dios le dio. Ella es una arquera que le gusta ser exigida, sabe asimilar el trabajo, entre más retos le pongas, mejor se siente, es un caso especial que no nace todo los años, sino que se dan cada 15 o 20 años. Lo importante es que nosotros la tenemos y estamos ayudando a pulirla".

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No para de sorprenderse con Luisa Agudelo, pero, ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?
"A sus 13 años, era la arquera titular de la Selección Valle y eso ya dice mucho. Con ella, uno ha venido vivenciando que los procesos están mucho más adelantados, comparado con los de una chica normal. Hace unos años, cuando empezamos el proceso con Luisa, de la mano del profesor Juan David Cruz, hablábamos de cuál método utlizaríamos para potenciar su nivel, haciendo algo diferente, con un entrenamiento especial porque ella no es una niña común y corriente, es única".

Estamos ante un prodigio...
"Luisa, atajando, parece una jugadora de 24 años, es impresionante. Con sus actuaciones, nos empezó a mostrar cómo es su manera de competir y entrenarse, dándolo todo. Nos dimos cuenta de que ella era un caso aparte, contando con unas condiciones especiales y había que tratarla como tal. Ella es una adelantada, es la David Ospina del fútbol femenino, no le da miedo competir y, a su corta edad, asume cualquier reto, sin temor a que los nervios la puedan llegar a tracionar".

Luisa Agudelo, arquera de la Selección Colombia Femenina Sub-17
Luisa Agudelo, arquera de la Selección Colombia Femenina Sub-17, en el Mundial de la India
Federación Colombiana de Fútbol

¿Cómo llegó a la escuela Guardianes del Arco?
"Ella pertenece a Sporting Club, de Cali, pero, allí, no tienen preparación específica para los arqueros. Por eso, gracias a la buena relación que tenemos con dicho equipo, nos referenciaron a Luisa, pidieron que le diéramos las bases, nos la traen, empezamos el proceso, se le enseñó cómo se recogía la pelota, qué posiciones hacer, cómo ubicarse en el arco, la manera de estirarse, en fin, fue casi todo. Se fue puliendo, poco a poco, ese diamante en bruto y ahí se van viendo los resultados".

Adentro de la cancha ya hemos visto cómo es Luisa, pero, ¿Y en el día a día?
"Afuera del terreno de juego, es una niña; es que solo tiene 15 años y hay que entenderlo y darse cuenta. Con decirle que llega a entrenar en pantuflas de muñequitos (risas). Ahora, ya en la cancha, se transforma e inspira madurez, seguridad y confianza. Pero afuera, es una niña, a la que le compras un helado y se lo come con el gusto del mundo, llega saltando al entrenamiento, está feliz siempre, grita, molesta a sus compañeros, es receptiva, todo el mundo la ama; como una niña".

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En medio de esto, ¿Será consciente de la historia que está haciendo?
"Al ser una niña, que es adorada por sus padres porque es muy tierna y dulce, siento que, a sus 15 años, no dimensiona, en este momento, quién es Luisa Agudelo. Si la entrevistan ahorita, no es consciente de su potencial, lo que ha logrado y lo que puede conseguir. Si le preguntan por el penalti atajado, de seguro dirá que se siente 'bien y normal'. No creo que sea consciente de todo lo que está haciendo por el fútbol femenino. Esa es su naturaleza en lo que la conocemos".

Pero usted que sí es consciente de todo esto, ¿Dónde se la imagina o le gustaría verla?
"Hemos tratado de protegerla mucho, junto con el Sporting Club, tratando de que disfrute lo que está viviendo. Luisa, en la actualidad, puede estar donde quiera. Me encantaría que fuese una realidad en el fútbol del exterior, que algún club se fijara en ella y la becaran para que termine sus estudios, ya que sigue en bachillerato. Luego del Suramericano, muchos equipos estuvieron interesados en ella, pero junto con Sporting y su familia, creímos que Cortuluá era la mejor opción".

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¿Por qué razón?
"Por el tema de competencia, que sumara minutos y jugara a nivel profesional. Algo que se ha logrado, sumando sus ocho partidos que quedaban de torneo. No se pensó tanto en el nombre del club, sino en que pudiera jugar, madurara, creciera y adquiriera experiencia. Ahora, tras el Mundial, se abrirán puertas y hay que ser inteligentes para decidir y que el dinero pase a un segundo plano, pensando en su futuro, en una beca, que le den estudio y disfrute, porque el potencial está".

¿Han hablado durante el Mundial de la India?
"Sí, hemos cruzado mensajes, le dedico uno que otro estado en redes sociales y ella responde, en fin. Le dije que la amaba mucho y ella me respondió: 'también te quiero mucho, papi'. Ella le da las gracias a uno, cuando, en realidad, debería ser al contrario, uno agradecerle por el orgullo que nos hace sentir. Está viviendo y disfrutando su momento. Ahora, esperar a que venga para darle una enorme y merecida bienvenida por todo lo que ha hecho y, seguramente, lo que aún falta".

En medio de todo esto que resalta, ¿Algún consejo que le haya dado para que sea aún mejor?
"Luisa vivió una etapa dura por su lesión, dejándola más de un año por fuera de las canchas; de hecho, pensó que el tema de volver a jugar se había complicado. Así que estuvimos muy cerca de ella, con un seguimiento especial, dándole apoyo, hablándole, guiándola, diciéndole que no bajara los brazos, porque hubo momentos de depresión y ansiedad. Cuando le dieron el alta y vio que podía ser la misma y hasta mejor, entendimos que todo el acompañamiento había valido la pena".

¿Cómo es el apoyo familiar en este paso a paso de Luisa?
"Sus padres la adoran porque la verdad es imposible no hacerlo, por su forma de ser, carisma y ternura que transmite. Es más, ellos fueron fundamentales no solo en el proceso, sino en aquella recuperación de la lesión. Ese acompañamiento no solo fue mío, fue de sus padres, de los casi 10 profesores que tenemos en la escuela que siempre están pendientes tanto de ella como de los demás, tratando de guiarlas y protegerlas mucho, en busca de lo mejor para todas las partes".

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Ya nos ha contado varios detalles de la vida de Luisa Agudelo, pero, ¿Cuál es esa anécdota imborrable?
"Con ella hay muchas cosas. Luisa es una niña y para poder hablar con ella, hay que ponerse a su nivel porque si eso no se hace, no te entiende muy bien. Con decirle que no se le puede hablar serio porque es de las que se pone a llorar. Hay que saber cómo hablarle y entrarle, con ternura, cariño, como a una niña (risas). Es normal que un día te llega comiendo dulce o con una paleta, como una niña pequeña, que nos hace muy felices y llena de enorme orgullo por lo que está haciendo".

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