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Brasil busca derrotar a una Alemania que ya sabe lo que es ganar en el Maracaná

La ‘verdeamarela’ busca el único título futbolístico que no posee. Los teutones, que ya se coronaron campeones mundiales en el mítico estadio, buscan volverle a amargar la fiesta de los ‘cariocas’.

El Brasil del astro Neymar con sed de venganza por el humillante 7-1 del Mundial 2014 y Alemania que persigue más gloria en el Maracaná, donde fue campeona, se enfrentan este sábado en la final por la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Rio-2016. El duelo entre las dos mejores selecciones del torneo comenzará a las 15:30 (hora colombiana) en el templo del fútbol brasileño, que la 'Mannschaft' hizo suyo hace dos años ante la Argentina de Messi para ser tetracampeona del mundo y en el que la seleçao vivió una tragedia en 1950.

Neymar, el tercer mejor jugador del planeta en 2015, es el rostro del fútbol brasileño desde el fracaso en Sudáfrica-2010 y a su alrededor se construyó el sueño de ganar por primera vez el oro olímpico, una especie de camino a la redención tras el fatídico 2014.

"Es extraño que un país como Brasil, considerado la tierra del fútbol, no haya ganado este oro", señaló el crack del Barça en la antesala de los Juegos.

Alemania vuelve a pisar el césped carioca con el orgullo por las nubes, un escenario que premió a la 'máquina' de Joachim Löw, el espejo en el que se mira la Sub-23 teutona y convencida de que puede sacar provecho si hurga en la herida abierta de los brasileños.

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"Tengo sólo recuerdos positivos, así como cualquier alemán. Espero que tengamos el mismo éxito que hace dos años. La final del Mundial es una vez en la vida", señaló el defensor Matthias Ginter, campeón en el 2014 pero sin jugar un solo minuto y titular en el combinado olímpico de Horst Hrubesch.

Después de dos decepcionantes empates sin goles ante Sudáfrica e Irak, Brasil despertó goleando 4-0 a Dinamarca, que sirvió para espantar a los francotiradores y recargó de oxígeno a Neymar cuando la crítica lo señalaba con razón por su bajo rendimiento.

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Colombia seguiría en los cuartos de final y Brasil se armó con el cuchillo entre los dientes para imponerse 2-0 en un partido ríspido en el que los cafeteros pretendían cazar al '10'. Una vieja historia de desencuentros entre 'Ney' y los colombianos.

Superada esa prueba apareció en semifinales la sorprendente Honduras, que había eliminado a Argentina y Corea del Sur.

La seleçao se acordó del manual del 'jogo bonito' y le dio un baile de 6-0 para llegar "a la recta final muy fuertes", como aseguró el DT Rogério Micale y elevando a Neymar a la categoría de "monstruo".

"(Neymar) Es un regalo para el fútbol. Posee un talento exagerado y una influencia considerable en el juego y en el grupo. Estaba soportando mucha presión sobre sus hombros, y se merece respeto", subrayó.

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Alemania también empezó tambaleante pero terminó metida en la final a fuerza de su historia y resultados convincentes. Dos empates con México y Corea del Sur, goleada previsible a Fiyi y triunfazo con paliza a Portugal en los cuartos.

Nigeria fue su último escalón a la final y bajó a las 'Águilas Verdes' con dos goles. No es tan letal como el combinado mayor pero respeta la frialdad táctica de su fútbol con orden, disciplina en la marca, juego vertical y potencia de sus jugadores.

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"El 7-1 no tiene nada que ver con mi equipo, que está formado por jóvenes que tendrán una oportunidad única de jugar una final en el Maracaná. Vamos a jugar ofensivamente, no podemos hacerlo de otra forma", avisó Hrubesch.

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