Barcelona tendrá con Alex Song el músculo que le faltaba

El perfil de Song (Douala, 09 de septiembre de 1987) se acerca al que en otros años han prestado en el Barça jugadores como el maliense Seydou Keita -que se marchó este verano a la liga china- o Touré Yaya, una de las estrellas del Manchester City.

Jugadores duros, sólidos, altos y con gran capacidad en las labores defensivas y que además tienen calidad técnica para combinar con los 'jugones' del Barça.

Sus inicios se encuentran en la ciudad corsa de Bastia, donde llegó al centro de formación desde su Camerún natal a los 14 años. En dos años se hizo con la titularidad en el primer equipo, disputando 32 partidos, dándose a conocer en el fútbol europeo y tomando el relevo en el equipo de otro jugador de condiciones similares: el ghanés Michael Essien.

Sus actuaciones lo llevaron a firmar con Arsenal de Arsène Wenger y, tras un breve período cedido en el Charlton, se afianzó con los 'gunners' como un jugador fijo para los esquemas del técnico.

Diestro, aunque con buen dominio de la zurda, destaca por su facilidad para irse al suelo para recuperar el balón y su buena conducción y capacidad para asociarse.

Muy ligado a Wenger, ahora será Tito Vilanova quien guíe su destino y el entrenador catalán ya ha dejado claro qué tipo de función quiere del camerunés, del que valora su salida de balón y la posibilidad de jugar hasta en tres posiciones: de pivote, central y de interior.

"Es un jugador que nos va ayudar, nos aportará centímetros. No somos muy altos y es un jugador que la gente se va a sorprender porque futbolísticamente es muy buen jugador", comentó Vilanova una vez se hizo oficial el fichaje, dejando claro que es algo más que músculo.

Consciente de que la competencia en el Barça será mayúscula, con un Busquets prácticamente intocable, Song deberá sacar el máximo provecho de su polivalencia, como en su día ya hicieron Touré o el propio Mascherano, jugadores que mutaron para adaptarse al conjunto azulgrana.

El futbolista ya ha dejado claro que buscará "ganarse el sitio" en "el mejor equipo del mundo", donde ya tiene un confidente, Cesc Fàbregas, con el que coincidió en su etapa en Londres.

Como todo jugador del Arsenal en los últimos tiempos, equipo encumbrado por su juego pero huérfano de victorias, Song tiene la asignatura pendiente de ganar campeonatos, ya que ni con el club londinense ni con la selección ha podido levantar títulos.

Cinco años de contrato, 19 millones de euros pagados y 80 de cláusula de rescisión son los números de la operación Song, que ayer lunes ya pisó el que será su estadio, el Camp Nou, en la presentación del Trofeo Joan Gamper.

En el plano personal, el camerunés es un hombre muy familiar -comenta que la estabilidad le llegó con su mujer y sus dos hijos- y sorprende por su peinados atrevidos y por tener, nada menos que 27 hermanos.

Con tanto familiar no es de extrañar que uno de sus mentores sea el exjugador Rigobert Song, internacional camerunés que brilló en el Liverpool o el West Ham, y que es su tío y principal valedor.