"El Olympique de Marsella y Didier Deschamps finalmente decidieron de común acuerdo no continuar su colaboración en la temporada 2012-2013", señaló el club en un comunicado.
Su salida del equipo con el que se proclamó campeón de la Liga de Campeones en 1993 como jugador se venía barruntando en la prensa francesa en los últimos días.
Los medios galos veían al capitán de la selección que ganó el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000 como sustituto para el hueco que deja en el equipo nacional su excompañero Blanc, aunque su nombre también había sonado en el pasado como posible responsable del banquillo galo, en la época de Raymond Domenech.
Le acredita su balance como entrenador en Mónaco, Juventus y Marsella y le avala el apoyo de algunos de los nombres más influyentes del fútbol francés, como los de Zidane, Barthez o Lizarazu.
Deschamps, de 43 años, logró seis títulos en tres años como técnico del Marsella, entre los que destacan los de Campeón de Francia en 2010 (y subcampeón en 2011), además de vencedor de la Copa de la Liga en 2010, 2011 y 2012.
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Sin embargo, su última temporada en el club en el que creció como jugador (1898-1994) se complicó, con una discreta actuación deportiva que les llevó a ser décimos en la tabla liguera y el deterioro de su relación con el director deportivo, José Anigo.
Antes había pasado por el Mónaco (2001-2005), con el que ganó la Copa de la Liga en Francia (2003) y llegó a la final de la Liga de Campeones (2003) en aquel equipo en el que el español Fernando Morientes ponía los goles.
Después, el de Bayona recaló en la Juventus y logró que la ‘vecchia signora' ganase en 2007 el campeonato B de Italia, al que había descendido un año antes por decisión judicial.
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Como jugador, centrocampista que se inició en el deporte a través del rugby, sumó 103 partidos como internacional y militó en el Nantes, Marsella, Burdeos, Juventus, Chelsea y Valencia, donde se retiró en 2001.
El Comité Ejecutivo de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) se reunirá mañana para abordar el futuro del primer equipo tras la salida de Blanc.
A sus discretos resultados deportivos, los ‘blues' añaden sonados escándalos extradeportivos tanto en el último Mundial como en la reciente Eurocopa, problemas que muchos medios de comunicación en Francia creen que un líder carismático y firme como Deschamps podría solucionar.
El siguiente partido de la selección nacional francesa será un amistoso contra Uruguay que se celebrará en la localidad gala de Havre (noroeste) el próximo 15 de agosto.
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