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Miguel Monsalve, entre la autocrítica, consejos de sus padres, sueños e inicios: esta es su historia

Ramiro, padre de Miguel Monsalve, contó al detalle la vida de la 'joya' de la Selección Colombia Sub-20, sus dificultades en el Sudamericano, cómo empezó todo, sus cualidades y más.

Miguel Monsalve, jugador de la Selección Colombia Sub-20
Miguel Monsalve, jugador de la Selección Colombia Sub-20, en el Sudamericano
AFP

Cuando afirman que los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, el caso de Miguel Monsalve puede ser uno de los ejemplos más claros y que aplican a la perfección con dicha frase. Y es que, a lo largo de su carrera, el apoyo, los consejos y cada palabra de su papá y mamá han sido fundamentales para estar donde está: jugando el Sudamericano Sub-20.

Nadie se las sabe todas, pero con el paso de los años y la experiencia que la vida le da a las personas, permite que, si uno quiere o ama a alguien, pueda guiarlo, ayudarlo y, por qué no, sacarle lo mejor y aún más cuando ese alguien es su hijo. Eso mismo han hecho don Ramiro, padre de Miguel Ángel, a quien suele llamar por su nombre completo, y su esposa.

Nacido en Medellín, el 27 de febrero 2004 (18 años), considerado como una de las 'joyas' de la Selección Colombia Sub-20 y de nuestro fútbol en general y elegido como el único colombiano entre los 60 mejores jugadores jóvenes, según 'The Guardian', Miguel Monsalve arribaba al certamen de la categoría Sub-20 con el rótulo de ser el hombre a liderar el equipo.

Todo parecía haber empezado bien y así también lo sintieron en su familia, pero con el paso de los partidos todo cambió. Perdió su lugar, dejó de ser influyente y las cosas se complicaron. No entendían qué pasaba, pero nadie conoce más a sus hijos que sus padres y fue el propio Ramiro quien descubrió qué sucedía. Razón por la que 'alzó la voz' para dar una mano.

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En entrevista con Gol Caracol, el papá de Miguel Monsalve no solo se mostró autocrítico, sino que, además, reveló algunas infidencias de lo que ha pasado con el 'crack' en medio del Sudamericano. Asimismo, lo que le suelen decir para que no se desanime y, por el contrario, levante los brazos y siga dando la pelea porque "sabe de lo que es capaz", como lo expresó.

Eso sí, también hicimos un repaso por la vida de este futbolista, quien tuvo un amor a primera vista con este deporte y, desde entonces, están flechados. Sus inicios fueron atípicos, pero eso también ha hecho que sueñe en grande, vaya uno o dos pasos adelante que los demás y viva experiencias únicas para su edad, que le permitirán crecer exponencialmente.

Miguel Monsalve, jugador de la Selección Colombia Sub-20 vs. Argentina
Miguel Monsalve, jugador de la Selección Colombia Sub-20 vs. Argentina, en el Sudamericano
AFP

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¿Qué análisis hace de las presentaciones de Miguel, en el Sudamericano?
"Cuando inició el torneo, feliz por como jugó. El 'pelao' lo hizo bien, pero, en los últimos encuentros, no hemos estado tan contentos porque nosotros, y en especial yo como su papá que he estado cerca de él desde niño, conozco las condiciones que tiene y lo que puede aportar al equipo. Entonces quedamos 'bajoneados' porque no han sido sus mejores partidos".

¿A qué cree que se ha debido eso?
"Creo que es más la parte mental porque si bien siempre ha sido fuerte mentalmente, lo he notado un poco incómodo. No se ha ubicado en el juego. Ahora, como jugador, tiene que aprender a jugar en cualquier contexto que se le presente. Así que considero que es más mental porque, más allá de que algo no lo favorezca, debe acoplarse y mirar qué pasa".

¿Cuál es el consejo que le ha dado para esto?
"Le he dicho que le falta más tomar las riendas, echarse un poco más el equipo al hombro, hacerse cargo, ir a pedir más la pelota porque Miguel es un jugador que juega más entre líneas, buscando espacios; entonces si en algún caso, el equipo no entiende su juego, Miguel no se puede quedar ahí y tiene que pedir más el balón, mostrarse y mirar para resolver".

Y él, ¿Qué le dice?
"Que también está triste porque sabe que no se ha encontrado con su fútbol. Él sabe y es capaz de muchas cosas, pero no se ve. Eso sí, es muy autocrítico. Me dice que le da 'berraquera' por la oportunidad que no está aprovechando y eso hace que esté un poco triste. Igual, sabe que quedan cinco partidos por delante y los ve como una revancha para mejorar".

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Hablando de esa 'revancha', ¿Cómo lo ve y siente para el hexagonal?
"Me ha comentado que el grupo es muy bueno, son unidos, hay gran ambiente y están enfocados en clasificar al Mundial, así que eso lo ayuda también. Lo veo muy tranquilo, él es un muchacho calmado y, por eos, me ha sorprendido que lo he visto un poco bajo de nota, como que no se encuentra, pero él tiene que es centrado, con personalidad y se repondrá".

Ya que trajo a colación la personalidad de Miguel, ¿Qué es lo que más rescata de él?
"Su forma de ser en general porque es un muchacho muy inteligente, tranquilo, enfocado y que tiene claros sus objetivos. Además, es una persona muy respetuosa, familiar, amigable y que uno siempre lo ve tranquilo y con las cosas claras en su carrera. Miguel Ángel también es demasiado humilde y, como le decía, alguien tranquilo, que sabe llevar las situaciones".

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¿Cómo nació ese amor por el fútbol?
"Somos una familia constituida por mi esposa, mi hijo mayor, Miguel y yo. Siempre hemos sido hinchas de Medellín y mi hijo mayor jugaba en las divisiones menores del club. Ellos se llevan ocho años de diferencia, entonces en ese momento, Miguel tenía cuatro. Andaban en las preparatorias del Pony Fútbol y Miguel quería jugar con su hermano y se enganchó".

¿Le dieron la oportunidad de entrar al equipo?
"Fuimos a la escuela de Medellín y hablamos con ellos para que le dieran la posibilidad de iniciar en la escuela, pero el club dijo que por la normativa, no podían recibir niños menores de cinco años. Ahí, Miguel se puso a llorar, así que para que no se perdiera la ida, hablamos con unos profesores que lo dejaran entrenar y cuando lo vieron quedaron sorprendidos".

¿Qué le dijeron los entrenadores al verlo en cancha?
"Que no parecía de cuatro años (risas), sino que tenía la motricidad y manejo de la pelota de un niño de siete. Entonces, le pedimos que lo dejaran matricularse y dijeron que sí. Después, al ver su talento, lo becaron. Con cuatro años, jugaba unos torneos que eran para niños de seis o siete años. Fue creciendo, hasta que debutó en el equipo mayor a sus 16 años".

En ese momento, ¿Cuál fue el cambio más grande en la vida de Miguel?
"El cambio más brusco se da a partir de los 11-12 años porque cuando tenía cuatro o cinco, lo veíamos como diversión y ese cambio se vio cuando teníamos que estar para arriba y para abajo para llevarlo a los entrenamientos, los partidos, en fin. Nos las pasábamos de cancha en cancha con el niño, juegue en acá y después por allá y todo eso cambió planes".

Miguel Monsalve, jugador del Deportivo Independiente Medellín
Miguel Monsalve, jugador del Deportivo Independiente Medellín
Instagram de @miguemonsalve10

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El estilo de vida cambió para la familia...
"Sin duda. A los 12 o 13 años, Miguel empezó a jugar la Pony Fútbol y ya el enfoque era diferente, más de proyección y en Medellín nos llaman porque, a esa edad, empiezan a salir ofertas de otros equipos para comprarnos un porcentaje o todo el pase de Miguel Ángel. En Medellín se dan cuenta de eso y nos dicen que tienen que hacer algo para que no se vaya".

¿Cómo toman la decisión de quedarse en el Medellín?
"Lo hablamos con Miguel, diciéndole que siempre estará donde se sienta tranquilo, feliz, cómodo y disfrute jugar, así que aceptamos lo de Medellín. De hecho, el niño siempre ha sido muy maduro y centrado y, en su momento, nos dijo que no le importaba la plata, sino ser feliz y así era como se sentía en el 'poderoso', entonces nos asesoramos y nos quedamos".

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Siendo menor de edad, ¿Cuál fue el proceso a llevar a cabo?
"Nos tocó ir al Ministerio del Trabajo para que pudiera jugar con 13 años y con permiso de los padres. Se hizo un contrato de trabajo donde Medellín se queda con el 70% del jugador y nosotros con el 30%, y ahí llegan más cambios para todos en la familia. Los entrenamientos no eran a la hora que dijéramos, sino cuando el club necesitara, así que todo se replanteó".

¿Qué cosas se replantearon, por ejemplo?
"Nos tocó sacarlo del colegio, el sacrificio de dejar a sus compañeros y entorno escolar y toca que siga estudiando pero ya de manera virtual, en noveno, décimo y once. Eso fue un cambio brusco para él, pero se acopló, y a los 13 y 14 años, pudo dar un paso importante: dejó las divisiones menores para estar, en el día a día, entrenando con el equipo profesional".

¿Han hablado de sueños? ¿Dónde le gustaría verlo?
"En cuanto a clubes, por su estilo y lo que sueña, siempre ha querido jugar en el Fútbol Club Barcelona de España y más que es hincha y Lionel Messi es su ídolo y ha seguido a este equipo desde niño. Entonces, seguramente, si se le pregunta que dónde se vería en un futuro, responderá que en el Barcelona; claro, eso como una ilusión o sueño y por lo que va".

miguel-monsalve
Miguel Monsalve, en entrenamientos con la Selección Colombia.
FCF

Como proyecto, ¿Qué han visto?
"Siendo objetivos y mesurados, ojalá sea donde le den la posibilidad de crecer y hacer un buen proyecto. Veo que el fútbol de Estados Unidos está creciendo y ahora están apostando a los jóvenes para ser un trampolín a Europa. Son organizados y cuando se proponen las cosas, las cumplen. Entonces no me chocaría que llegue a este fútbol para fortalecerse más".

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Usted se mostró autocrítico, pero, ¿Cómo lo vive la madre de Miguel?
"Ella es más pasional y ha estado siempre acompañando a Miguel en este proceso. Ahora, también es realista y, de hecho, esta semana que terminó el partido le dijo que sabíamos quién era Miguel, no como hijo sino como persona, que sabía de qué era capaz y lo que le estaba faltando, y que destacaba de él su carácter, criterio y personalidad, entonces que arriba".

Entonces también ha visto lo mismo que usted...
"Sí; le dijo que esperaba un poco más de él en este Sudamericano, y obviamente ella se entristece porque, por ejemplo, en el partido contra Argentina, que nosotros esperábamos que saliera al segundo tiempo y mejorara un poco, al ver que se quedó en el banco, mi esposa se puso muy triste y yo también. Siempre queremos lo mejor para él y que crezca".

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¿Irán a Bogotá para el hexagonal?
"Estábamos echando lápiz porque el gasto es grande, pero él sabe que siempre lo hemos acompañado y, ahora, más que nunca que es un Sudamericano Sub-20 y eso no se ve a diario. Estamos haciendo todo lo posible. Creemos demasiado en él, sabemos que es un muchacho con varias cualidades y que le puede aportar harto al juego de la Selección Colombia".

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