Así se prepara la Selección de Rusia para afrontar su Mundial

Stanislav Cherchesov sabía que la misión era complicada: a siete meses de la cita, el seleccionador ruso tiene aún un enorme trabajo por delante para conseguir que su seleccionado este a la altura de la Copa Mundo 2018.

Si Rusia está el viernes en el primer bombo, el de los cabezas de serie, obedece solo a su condición de país organizador, ya que por clasificación FIFA, la 'sbornaya' ocupa la posición 65, la peor de las 32 selecciones participantes.

Desde la llegada al banquillo del bigotudo técnico, en agosto de 2016, la selección rusa encadena resultados decepcionantes, con alguno que otro encuentro aislado en el que el rendimiento ha sido mayor, como se demostró en noviembre, cuando perdió 1-0 frente a Argentina y días después lograron un meritorio empate 3-3 contra España.

"Quedar en un grupo fácil para la Copa del Mundo es una ilusión", admitió Cherchesov en una entrevista publicada por la Federación Rusa de Fútbol. En 17 partidos bajo su dirección, el técnico solo ha logrado seis victorias, con otras tantas derrotas, algunas sonrojantes como la sufrida contra Catar (2-1) en noviembre de 2016.

Pese a todo, este exportero internacional multiplica sus apuestas: jubiló a las 'viejas glorias' (una decisión que no fue apoyada unánimemente) y ha llamado a jóvenes que apenas suman un puñado de partidos en la élite.

También cuenta cada vez con más frecuencia con "extranjeros". Comenzó con el arquero brasileño Guilherme, en el Lokomotiv de Moscú desde 2009. Después llegaron los alemanes de origen ruso Roman Neustädter y Konstantin Raush y finalmente el centrocampista brasileño del CSKA Mario Fernandes. Todos ellos deberían formar parte de la lista mundialista.

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 Jóvenes promesas

Para los especialistas, sin embargo, Rusia es un equipo en progreso. En la Eurocopa-2016, la 'sbornaya' fue una escuadra sin ninguna identidad de juego, con seis jugadores de más de 30 años en el once inicial y que nunca dio la impresión de ser más que una comparsa en el torneo. Quedó apeada en la primera fase, con un empate y dos derrotas.

Con jóvenes promesas, marginadas por su predecesor, Cherchesov ha logrado al menos que la selección juegue como un equipo y que nunca se rinda. Tanto contra Bélgica (3-3) como frente a España (3-3), los rusos lograron el empate final pese a ir perdiendo por dos goles.

"No he visto miedo en los ojos de los jugadores rusos", se felicitó el exseleccionador y actual técnico del CSKA de Moscú, Valery Gazzaev, añadiendo que el equipo "ha extraído más lecciones en dos partidos contra Argentina y España que en todos los amistosos precedentes".

Stanislav Cherchesov ve otro motivo de satisfacción: "Cuando se habla de la selección, ahora se habla de fútbol", explicó algunas semanas después de la reintegración del delantero del Zenit de San Petersburgo Alexander Kokorin.

Este jugador, de 26 años, fue apartado en julio de 2016, tras una noche de fiesta en un club chic de Montecarlo, pocos días después de su deplorable rendimiento en la Eurocopa. Desde entonces, parece que ha madurado y la pasada fue la mejor temporada de su carrera.

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 Objetivo cuartos de final

La selección anfitriona llegará al Mundial-2018 con algunas dudas resueltas. Con Viktor Vasin (CSKA), Fedor Kudryashov (Rubin Kazán) y el impulsivo Georgiy Dzhikiya (Spartak), Cherchesov ha admitido que ha encontrado su eje central defensivo protegiendo al inamovible Igor Akinfeev (CSKA), con 113 partidos como arquero nacional.

El veterano portero es uno de los más experimentados en un equipo que también cuenta con dos veteranos centrocampistas, Denis Glushakov (Spartak) y Alan Dzagoev (CSKA).

La llegada de los hermanos Miranchuk (Lokomotiv) ha aportado algo de aire fresco, pero lo que todo el país espera es ver jugar al fin juntos a sus dos mejores delanteros, Fedor Smolov (Krasnodar) y Alexander Kokorin. Hasta el momento, Cherchesov ha privilegiado un sistema con un solo punta y ahí Smolov, más regular, parte con ventaja.

Antes de llegar a la cita mundialista, Rusia tendrá aún un par de amistosos para pulir el equipo, uno de ellos contra Brasil en marzo, y sobre todo para reconciliarse con su público, hastiado por los malos resultados. En julio de 2016, una petición para disolver la selección fue apoyada por 500.000 firmas.

El viceprimer ministro, encargado de Deportes, Vitali Mutko, ha dado como objetivo para la selección la clasificación a cuartos de final... Ese sería ya un buen resultado, ya que en tres participaciones mundialistas desde la desaparición de la Unión Soviética (1994, 2002 y 2014), Rusia nunca ha pasado la primera fase.

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