"Tomé la decisión de ser árbitro, nadie me llevó, nadie me indicó, sabía a lo que me iba a someter, era un reto personal de demostrarme a mi misma y de pronto a otras mujeres que podemos ejercer este tipo de actividades que generalmente están asociadas a hombres", aseguró González enentrevista con Blog deportivo de Blu radio.
La santandereana resaltó además la responsabilidad que tiene que ejercer en su puesto, en donde habitualmente se encuentra rodeada hasta con 45 mil hinchas en un estadio, 22 hombres en una cancha y cuerpos técnicos que en su mayoría, son del sexo opuesto.
"A las mujeres es más difícil pitarles, no por el comportamiento, sino por la interpretación que se debe hacer en estos compromisos".
Luzmila recordó algunos piropos que le han dicho en los partidos. "Me dijeron que era bonito tener una mujer que adornara el encuentro, que tengo un bonito tono de piel y que tengo muy bonitas piernas", añadió.
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