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Junior hizo posible lo imposible y es finalista de la Liga

En un partidazo, remontó el 0-3 de Bogotá y por la vía de los penaltis (5-4) eliminó a Millonarios y se metió a la lucha por la estrella. Un mal cobro de Mayer Candelo definió la serie.

El fútbol colombiano nunca había visto que un equipo remontara un marcador similar. Siempre el equipo que empezó ganando por tres goles en una definición directa clasificó. Siempre, hasta este Junior de Cheché Hernández, primero en la fase ‘todos contra todos' y, ahora, firme candidato a conseguir su séptima estrella.

Es en serio. Si el elenco costeño juega la final como lo hizo este miércoles nadie le quita el título. Ante Millonarios, jugó, bailó, goleó y remontó. Impuso el ritmo con el mordisco digno de un ‘tiburón'. A los 30 minutos ya ganaba 2-0 (Juan David Valencia, 14', y Vladimir Hernández, 28') y se veía venir uno más. Lo hizo Giovanni Hernández, su capitán, con un golazo (66'). El Metropolitano, literalmente, se caía de la emoción.

Ya en la tanda desde los 12 pasos, Junior fue efectivo en los cinco lanzamientos: acertaron Giovanni Hernández, Brayner García, Sherman Cárdenas, Víctor Cortés y Carlos Bacca.

Millonarios falló su primer cobro en los pies de Mayer Candelo, con una atajada del golero uruguayo Sebastián Viera. Las otras ejecuciones las convirtieron  Nelson Ramos, Pedro Franco, Rafael Robayo y Edison Toloza.

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Así se decidió al primer finalista de la Liga Postobón II. Es de Barranquilla, se viste de blanco y rojo, está sintonizado con su hinchada y tiene hambre de gloria bajo la conducción de José Eugenio Hernández.

Millonarios pagó caro su atrevimiento

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El equipo azul llegó con una ventaja de tres goles al Metropolitano. Y mucha confianza, según el planteamiento de Richard Páez. El venezolano insistió en el esquema ofensivo. Hizo caso omiso del calor de Barranquilla y le apostó a dos delanteros. La precaución estuvo en la lateral izquierda: Luis Mosquera fue volante y Járol Martínez defensor.

Y en siete minutos su postura pareció entregarle resultado. Mosquera fue atrevido, pisó el área y creo un centro peligroso y un palazo que casi silencia el estadio costeño. Millonarios era dueño del partido y, valga decirlo, tenía control del mismo.

El impulso les duró siete minutos a los bogotanos. Junior despabiló pronto, se contagió de sus hinchas y metió presión en las bandas. Así llegó el primero, en un tiro libre de 40 metros que con potencia y ubicación embocó Juan David Valencia (14'). Golazo, 1-0 y cuarto en el torneo para el lateral izquierdo.

El tanto, mágico, trajo un huracán ‘tiburón'. Giovanni Hernández dijo presente para coordinar la orquesta, se le unieron Luis Carlos Ruiz, Carlos Bacca y Vladimir Hernández.

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Fue el ‘chiquitín' (28') nacido en Arauca y criado en la costa el que marcó el 2-0. Como todos los goles, mitad error y mitad acierto. Lo primero porque Millonarios se desordenó en defensa, permitió el centro de Carlos Bacca y no encontró en Alejandro Cichero (el más alto de la cancha) un central capaz de evacuar. Lo segundo, porque Junior aprovechó el despliegue ofensivo de los visitantes para anotar en la cabeza del más pequeño (1.60 metros).

Continuó el monólogo en el primer tiempo: la tuvieron Luis Carlos Ruiz, Carlos Bacca y Valencia. Millonarios equilibró el partido sobre el final con el ingreso de Ómar Vásquez por Járol Martínez.

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Y eso que Junior frenó...

La segunda etapa vio el tercer gol de Junior. En las seis letras de golazo con una fantasía que fabricó Giovanni Hernández en el área (66'). Fue el tanto que igualó la serie y la envió a penaltis. Sin embargo, no correspondió al trámite del complemento, pues Millonarios tuvo casi siempre el balón.

Los bogotanos, tal vez más despiertos tras el descanso, inquietaron con una opción increíble que perdió el apagado Edison Toloza (50'), un remate cruzado de Erik Moreno (57') y otros cuantos enviones de Luis Mosquera, el mejor de los capitalinos.

Le ayudó a los de Richard Páez el ingreso de Elkin Blanco para igualar el mediocampo. Cheché Hernández, por su parte, varió nombres con Sherman Cárdenas, José Amaya y Víctor cortés, aunque, la verdad sea dicha, se conformó con el marcador y optó por los penaltis.

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La historia desde esta instancia, usted ya la conoce. Tuvo un ganador y un perdedor. Un equipo que luchará por la estrella y otro que se guarda las sonrisas. En este caso, la frustración corre por el noble Millonarios, ese que murió en su ley y aplazó la 14. Ese que a pesar de su gran campaña se quedó ad portas de la gloria, como el semestre anterior. El consuelo (si es que existe) pasa por el lado de la Copa Libertadores: tendrá que hacerle fuerza a la quinta estrella de Once Caldas.

Adiós, Millonarios Fútbol Club, bienvenido a la final, Atlético Junior de Barranquilla.

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