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Los chicos que dieron la sorpresa en Colombia

La Equidad podría entrar a la historia este sábado si logra mantener su ventaja en la gran final del campeonato sobre Nacional, y no sólo por sumar una estrella sino por dar uno de los grandes golpes de todos los tiempos en el fútbol colombiano.

Es un 2-1, una ventaja corta, apretada, que no garantiza nada pero que a la vez lo garantiza todo. A fin de cuentas la victoria de La Equidad en el primer partido de la final de la Liga Postobón I 2011 es eso, una victoria, y sólo por tal motivo se puede decir que el equipo bogotano tiene media estrella cosida en su pecho. Pero nadie lo dice. El peso del rival, su historia, su nómina, el hecho de que Nacional sea uno de los equipos más grandes de este país, hacen que nadie se atreva a descartarlo.

Estamos, como se ve, en otra clásica batalla entre un grande y un chico, esos duelos en los que usualmente los dueños de los títulos siguen siéndolo e imponen su peso histórico. Claro, la historia no pesa, pero los equipos grandes suelen estar acostumbrados a jugar finales, los chicos son chicos precisamente porque su presencia en estas es sorpresiva.

Sin embargo, La Equidad es un chico diferente. Si bien llegó a la primera división apenas en el 2007, desde entonces ha sido subcampeón en dos ocasiones (el segundo semestre de 2007 detrás, precisamente, de Nacional y el primero de 2010, perdiendo el título con Junior), y ya fue campeón de la Copa Postobón en el 2008. Pero en un frente a frente de historia, triunfos, hinchada, leyenda y esas otras cosas que hacen grande a un equipo, Nacional se lo lleva.

Por supuesto, no es la primera vez que esto pasa en Colombia. Muchas han sido las finales de nuestro fútbol que han enfrentado a David y Goliat, y haciendo caso omiso de la Biblia el gigante suele salir vencedor. Pero hay excepciones, gloriosas excepciones además, y Golcaracol.com se las cuenta:

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Vida y gloria del Unión Magdalena

Nadie puede discutir que el grande de la región caribe de Colombia es el Junior, pero para honor de los hinchas del ‘ciclón bananero’, Santa Marta fue la primera ciudad costeña en celebrar un título profesional.

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El Unión de 1968 era un buen equipo; tenía a Pablo Huguett, Eugenio Samaniego, Manuel Manjarrés, Aurelio Palacio y Raúl Peñaranda, pero nadie esperaba que disputara la final contra el Cali, el mejor equipo deColombia no sólo de ese año sino de los anteriores.

Lo más curioso es que en el partido de ida, disputado en el Pascual Guerrero, el modesto Unión, que venía de un semestre muy irregular echando al traste su excelente primera mitad del año (la que le permitió precisamente disputar la final), se llevó la victoria.

Un gol de Aurelio Palacio acabó con la racha de 14 victorias y 10 empates en 26 partidos de un club que era una máquina ofensiva con Jorge Ramírez Gallego como goleador. Con ese 0-1 Unión se fue a Santa Marta tomando una ventaja enorme, pero tal como ocurre hoy con La Equidad, nadie le creía. A finde cuentas, al frente estaba el Cali, un grande, un favorito eterno.

En el juego definitivo la visita hizo sentir su peso y al finalizar el primer tiempo ganaba 0-2. Todo parecía definido, el grande iba a volver a ganarle al chico como dicta la lógica, pero Raúl Peñaranda y Ramón Rodríguez empataron en el complemento y el Unión Magdalena se colgó su única estrella, dando la que hasta esa fecha fue la más grande sorpresa enla historia de nuestro fútbol.

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La hora del Tolima

Después de ser por años la cenicienta del fútbol colombiano y de padecer incluso en la segunda división, el Tolima comenzó este siglo con una apuesta firme por figurar, por estar en los primeros lugares. Sin embargo, en la final del Finalización 2003 sólo sus hinchas apostaban por él. Al frente estaba el Cali con su nómina de lujo y su historia, y además el Tolima había clasificado como octavo a los cuadrangulares y su cupo en la final se había dado dramáticamente gracias a una victoria 1-0 sobre Nacional y una derrota del Junior frente a Medellín.

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Cali era el mejor equipo del semestre, sólo había perdido cuatro veces en todo el campeonato, pero en Ibagué cayó 2-0 por el juego de ida en una tarde inspirada de Rogeiro Pereira. La ventaja era tolimense, como ahora es de La Equidad, pero en la vuelta el verde del Valle seguía siendo favorito y lo hizo valer con un 2-0 que obligó a los penales.

Tolima logró su primera estrella gracias a los cobros que atajó Diego Gómez a Mayer Candelo y Milton Rodríguez, y condenó nuevamente al Cali a perder frente a un denominado “chico”.

Cuando el Pasto tocó el cielo

Si bien ya había hecho historia al convertirse en el primer equipo llegado de la B en disputar una final (la del Finalización 2002 frente al Medellín), el Pasto no pasaba de ser un animador más del campeonato del 2006. Pero su poder como local y la racha goleadora de Carlos Villagra lo volvieron un candidato al título, algo que ratificó al meterse en la final. Su problemaes que al frente estaba el Cali, vigente campeón y, de lejos, el mejor equipo del semestre.

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En la final de diciembre de 2005 el cuadro verdiblanco había despachado sin problema a un chico como Real Cartagena, y la opinión general era que no tendría mayor dificultad para hacer lo mismo con el Pasto. Sin embargo los nariñenses lograron un valioso 0-1 en Cali con gol de Villagra, lo que habría dado para que se les considerara casi campeones. No fue así, se seguía pensando que el poderoso equipo que tenía a Blas Pérez, Alvaro Domínguez,Hernando Patiño y otras figuras alcanzaría el título en el Libertad de Pasto,pero para sorpresa de todos Jorge Vidal anotó el gol que definió un 1-1 dramático que le dio el campeonato al conjunto del sur.

Los héroes de Boyacá

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Boyacá Chicó llegó a su primera y hasta ahora única final en el primer semestre del 2008. Era un gran equipo con Miguel Caneo al comando y en el que el técnico Alberto Gamero había logrado crear un gran equilibrio a pesar de la falta de figuras. Pero si bien su campaña era indiscutible y había sido el mejor equipo del semestre, en la final nadie le tenía fe y las apuestas estaban con América, un equipo grande que, sin las estrellas de antes, ese año tenía una nómina joven y potente que causaba sensación.

Pero para sorpresa de todos Chicó hizo un partido excelente en Cali y, a pesar de un polémico final del juego, pues el juez Wilmer Roldánlo terminó en plena jugada de gol que habría representado el 1-2 para la visita, el empate le permitió jugar en Tunja sabiendo que una victoria en casa le daba el título.

América vendió cara su derrota, que sólo se obtuvo en los penales después de otro 1-1. Chicó fue campeón y dio la vuelta olímpica, pero lo curioso es que entre los cuadrangulares y los dos partidos de la final apenas ganó dos juegos. Eso sí, a la hora de la verdad nadie fue capaz de ganarle pues su poder defensivo era temible.

¿Le recuerda a alguien?

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