La CBF solo aceptará las denuncias de los propios jugadores, de sus abogados o de los sindicatos, según el reglamento del llamado "juego limpio laboral", publicado en la web del organismo.
El castigo al club que no pague a sus jugadores será de tres puntos por partido mientras dure la irregularidad.
El jugador afectado podrá denunciar a su propio club cuando se atrase por lo menos 30 días, aunque antes de aplicar la sanción, el Superior Tribunal de Justicia Deportiva de la CBF dará un plazo de quince días para que el equipo regularice la situación.
Las denuncias podrán ser efectuadas hasta un mes después de la conclusión del Campeonato Brasileño, según el reglamento, que se aplicará de la primera a la tercera división.
La pérdida de puntos se suma a otros castigos previstos en el reglamento de competiciones de la CBF, lo que incluye multas y la prohibición de realizar fichajes.
La medida fue copiada de un reglamento similar aplicado desde 2012 en la liga regional de Sao Paulo, donde todas las denuncias ocurridas hasta la fecha se han solventado con acuerdos entre los clubes y los jugadores afectados, lo que ha evitado la retirada de puntos.
El atraso en el pago de salarios es recurrente en Brasil y el año pasado hasta ocho equipos de primera división tuvieron problemas y no pagaron a sus jugadores durante uno o más meses durante la liga.
El Santos, uno de los equipos más afectados, desde el pasado diciembre perdió a varios jugadores que rescindieron su contrato de forma unilateral con el permiso de la justicia por el atraso en el pago de los salarios.
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