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Todo un caos resultó la celebración del título liguero del París Saint-Germain

El festejo del primer título liguero del PSG en los últimos diecinueve años duró sólo cinco minutos por disturbios que provocaron algunos de sus aficionados en cercanías a la Torre Eiffel.

Apenas cinco minutos duró la que debía ser una jornada festiva tras lograr el tercer título de la historia del club parisino, cuyos dueños cataríes aspiran a convertir en un grande de Europa.

Fue el tiempo que pudieron estar los jugadores, con el capitán Thiago Silva a la cabeza, festejando el título con su hinchada antes de que las bengalas y el comportamiento violento de los hinchas más violentos aguaran la fiesta.

El equipo llegó con una hora de retraso a la plaza de Trocadero, prominente vista sobre la Torre Eiffel donde Zlatan Ibrahimovic, Javier Pastore, David Beckham y compañía debían celebrar matemáticamente el título, tras derrotar el domingo en la 26ª jornada de liga al Lyon por 1-0.

Para entonces, algunos ultras que habían llegado una hora antes se habían enfrentado a los antidisturbios, arrancado vallas y lanzado bengalas.

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La celebración se complicaba cada vez más y algunos aficionados con el rostro tapado escalaron una torre de andamios cercana, hasta que se decidió finalizar rápidamente la aparición de los jugadores y a suspender el posterior crucero por el Sena del equipo por "motivos de seguridad".

Algunas decenas de aficionados se enfrentaron entonces a las fuerzas de seguridad y arrasaron con todo lo que encontraron a su paso en la plaza.

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Tras la efímera fiesta, la violencia de algunos se extendió después por las calles cercanas, donde se registraron incidentes en comercios, vehículos y mobiliario urbano.

Algunos de los vándalos se desplazaron después a la avenida de los Campos Elíseos, donde continuaron su particular batalla e hicieron que algunos establecimientos, como el reputado restaurante Le Fouquet's o la tienda de Louis Vuitton tuvieron que echar el cierre, según informó la edición digital de "Le Parisien".

El alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoë, lamentó que "un puñado de perturbadores" dejara sin celebración a los numerosos aficionados congregados para ver el trofeo que no les brindaban sus ídolos desde 1994.

La policía antidisturbios movilizó 490 agentes y siete unidades móviles más efectivos de la policía local para controlar la fiesta, a la que asistieron entre 10.000 y 15.000 aficionados, en los momentos de mayor afluencia.

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Según el programa de la celebración, los jugadores tienen previsto cenar este martes con el alcalde de la ciudad en el Ayuntamiento de París.

Los aficionados tendrán la oportunidad de celebrar el título con los jugadores el próximo sábado en el estadio del Parque de los Príncipes, donde el PSG se enfrentará al Brest, último en la clasificación.

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Entre tanto, cabe esperar que la polémica por la celebración tome amplitud, después de que uno de los sindicatos de policía, Alliance, declare que las autoridades subestimaron la amplitud de la celebración, crítica a la que se sumó la oposición conservadora de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).

Para el diario "Le Parisien", su ciudad y su equipo dieron este lunes "una muy mala imagen", muy distinta a la que alcanzaron tras estar a punto de eliminar al Barcelona en los cuartos de final de la Liga de Campeones, hace solo un mes.

"Este lunes, el Manchester United y el Barcelona también celebraban su título de campeón. Pero en un ambiente mucho más festivo y con muchos menos o incluso ningún altercado", señaló ese periódico.

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