"Gracias a Dios, tenía muchas opciones, pero al final cogí el camino más difícil pero que más placer me puede dar. Sé que este es el desafío más grande que tendré en mi vida, que voy a competir por un puesto con los mejores jugadores del mundo, pero no tengo miedo. Quizá hace tres años no estaba preparado para volver, pero ahora estoy mentalmente preparado para todo", ha manifestado.
Cesc seguirá luciendo el '4' que llevaba en el Arsenal, pero con su apellido Fàbregas escrito en catalán. En principio, este dorsal iba a ser para Thiago. "Pero me lo cedió en un gesto que le honra, porque es un dorsal especial para mí", aseguró.
El jugador de Arenys de Mar se marchó del Barsa con 16 años para fichar por el club 'gunner' pero, para él, "parece que fue ayer".
Sabe que "quizá haya mucha gente dolida" por dejar entonces el club de sus amores y también que "no es fácil volver a confiar en un jugador que se fue en categorías inferiores". Sin embargo, tiene claro que convencerá a los escépticos que repescarlo fue un acierto.
Atrás deja un equipo que se lo dio todo, el Arsenal, y un entrenador, Arsene Wegner, para quien solo tiene palabras de cariño: "Si hoy estoy aquí, gran parte es gracias a él. No hay suficientes palabras de agradecimiento. Siempre lo voy a tener en mi cabeza y en mi corazón", recalcó.
A su nuevo entrenador, Pep Guardiola, también le dio las gracias por apostar por su vuelta. "Han sido unas semanas bastante largas, unos meses de sufrimiento porque no sabes dónde jugarás, y él me demuestra su confianza en todo momento", subrayó.
Ahora, el centrocampista catalán espera convencer al técnico de Santpedor que tiene sitio en el Barsa actual: "Solamente poder añadir algo a este equipo y mejorarlo un poquito, ya me haría el hombre más feliz del mundo", afirmó.
Cesc se entrenará ya esta tarde con sus nuevos compañeros y podría debutar el próximo miércoles en la vuelta de la Supercopa de España, en el segundo clásico de la temporada. "Físicamente estoy muy bien, preparado para jugar, pero ese depende del 'míster'. Yo ahí ya no tengo nada que decir", insistió.
Del interés del Real Madrid por ficharle ha preferido pasar de puntillas. "El Madrid es un gran club al que respeto muchísimo. Y siempre le agradeceré que conmigo se haya portado fenomenal, pero fiché con el Barsa".
Sin embargo, negó que su elección venga dada por una cuestión únicamente sentimental. "No vengo aquí para estar con la familia y los amigos. Vine a trabajar y a darlo todo por el Barcelona", sentenció el catalán.
Acompañado de sus seres queridos, el jugador compareció ante los medios de comunicación en la Sala París del Camp Nou -la de los grandes fichajes- y en medio de una gran expectación.
Junto a él estaban Jose Maria Bartomeu, vicepresidente deportivo del FC Barcelona, y Andoni Zubizarreta, secretario técnico del conjunto azulgrana.
Bartomeu, que agradeció al jugador "el esfuerzo que hizo para venir" al poner dinero de su bolsillo para desligarse del Arsenal, dio los detalles de la operación.
El traspaso de Cesc costará al Barcelona 29 millones de euros fijos, la mitad de ellos a pagar en los próximos días y la otra mitad a finales de septiembre.
Además, el club 'gunner' recibirá cada año 1 millón de euros que el Barsa retendrá a Cesc de su ficha en cada uno de las cinco temporadas que el de Arenys vestirá, en principio, la camiseta azulgrana.
Además, el Arsenal podría embolsarse cinco millones más en variables: 2 millones por Liga (con un máximo de dos) y otro millón por el primer título de 'Champions' que consiga el jugador, que firmó hasta 2016 y que tendrá una cláusula de rescisión de 200 millones de euros.
Zubizarreta, definió a Cesc como "uno de los nuestros", cree que su llegada aportará muchas cosas al equipo. "Sobre todo competitividad, versatilidad y una mayor variedad dentro de nuestro estilo de juego".
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