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El hijo de Roberto Mancini se prepara para debutar con el Valladolid de España

Andrea Mancini busca ser titular con el equipo español para esta temporada y seguir los pasos de su padre, actual técnico del Manchester City.

Andrea Mancini, de 20 años, procede del equipo reserva del Manchester City y este domingo se entrenó con el Real Valladolid B, materializándose, de este modo, una oportunidad que se le presentó a principio de verano y que, según declaró, aceptó "enseguida", dada la enjundia del club y su ímpetu por crecer en un fútbol, el español, que cree que se adapta mejor a sus virtudes que el inglés.

Se desenvuelve en la media punta, aunque también puede hacerlo en el puesto de ariete, como su padre, y en el de medio centro, preciso el italiano.

"Soy técnico. Me gusta tocar la pelota y el fútbol inglés es demasiado físico", comentó Mancini, quien se mostró "feliz" ante esta nueva etapa en "un equipo grande de España".

Una entidad, la blanquivioleta, que también le sedujo por las oportunidades que tradicionalmente brindó a jóvenes futbolistas, como en su día fueron "Fernando Hierro, Eusebio Sacristán o Rubén Baraja", según enumeró.

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Andrea Mancini evidencia una ardua investigación sobre su novísimo destino, pues también destacó los últimos fichajes del Real Valladolid, como el alemán Patrick Ebert o el argentino Juan Ángel Neira, o a jugadores que llevan ya años en el club como Javi Guerra o Marc Valiente.

Incluso, el ex jugador y actual seleccionador serbio Sinisa Mihajlovic, que fuera técnico asistente de su padre en el Inter de Milán, comentó que el entrenador del Real Valladolid, Miroslav Djukic, es "una persona fantástica" de la que está deseando "aprender", al igual que del técnico del Real Valladolid B, Javi Torres Gómez, "una leyenda de este club".

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Una caterva de referencias que le han llevado a cambiar Manchester por Valladolid. Y es que, con la pléyade de "estrellas" -Agüero, Silva, Tévez, Nasri, Balotelli- que tenía por delante en el club inglés veía muy difícil progresar aunque su padre fuese el entrenador.

"Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas llevar el apellido Mancini. Fue un gran jugador en Italia, a la altura de grandes futbolistas como Maradona, pero yo tengo que trabajar mucho y no escuchar lo que dice la gente cuando me compara con él. Yo soy Andrea y él es Roberto. Mi abuelo me dice que en algunas cosas me parezco", ha explicado Andrea Mancini.

También dejó claro que, sobre el verde, su padre es sólo su "entrenador", aunque, cuando llega a casa, los consejos sí son los propios de una relación paterno-filial.
Recomendaciones que asimiló y que quiere seguir a rajatabla a orillas del Pisuerga.

"Siempre me dice que hay que trabajar más que los demás para alcanzar el éxito y que hay que escuchar y aprender de los entrenadores y compañeros. También me inculcó el respeto a los demás y la educación tanto dentro como fuera de los terrenos de juego", aseveró. 

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Por eso prometió mucho trabajo en su afán por mejorar y convencer a Miroslav Djukic de que tiene un hueco en el primer equipo, algo que cree que podrá hacer durante la concentración programada del 4 al 12 de agosto en el Balneario de Mondariz.

Está "impaciente" por conocerle y empezar a exhibir sus cualidades ante su atenta mirada, dado que, como lo recordó su padre, "este año es muy importante y una ocasión que pasa una vez en la vida", dijo.

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Mediará por aportar la visión de juego que busca imitar de su padre, al que engloba entre los cinco mejores entrenadores del mundo, o de otro de sus ídolos, el argentino Juan Román Riquelme.

Sin embargo, reiteró que tiene mucho camino por recorrer y que deberá esforzarse al máximo por alcanzar dicha meta en Valladolid, donde lo acogieron "muy bien", aseveró. Una ciudad con la que guarda un vínculo especial y curioso, puesto que sus bisabuelos por parte materna eran vallisoletanos.

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