Josep María Bartomeu rompió su silencio cuando se cumplen cuatro días del fichaje del astro brasileño por el PSG a cambio de 222 millones de euros.
"Neymar participó en los éxitos de nuestro club, pero ahora forma parte del pasado. Quiso marcharse. Fue su decisión, pese a que nosotros hicimos todo lo posible para que se quedase", indicó el mandatario durante el congreso mundial de seguidores del Barça.
Bartomeu explicó asimismo que el club, previendo que el delantero quisiera marcharse, decidió aumentar su cláusula.
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"Preveíamos que pudiera irse en el futuro, por eso le aumentamos la cláusula en la renovación. Cobrar este dinero nos permite afrontar el futuro con garantías para reforzar el equipo", añadió.
La cláusula de rescisión de Neymar aumentó el 1 de julio de 220 a 222 millones de euros, y hubiese alcanzado los 250 si el jugador hubiese cumplido con el tercer año de su contrato.
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"Si se hubiese quedado, habríamos contado con un gran jugador. Marchándose, recibimos el dinero de la cláusula y la garantía de fichar nuevos jugadores", continuó el mandatario.
Ahora la junta directiva del Barcelona está obligada a invertir esos 222 antes de que el actual mercado de fichajes acabe el próximo 31 de agosto. El centrocampista brasileño del Liverpool, Philippe Coutinho, sería del interés del club catalán.
Pese a todo, Bartomeu explicó que hará gala de "prudencia" antes de llevar a cabo cualquier operación. "Administraremos con sensatez, rigor y serenidad esta suma de dinero", concluyó.
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