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LOS HÉROES EN SILENCIO

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En el fútbol; los goles, las gambetas y las buenas atajadas son las que se llevan los disparos fotográficos, las aclamaciones, las portadas y los aplausos. Sin duda es lo que hace del fútbol todo un espectáculo.

Para nuestra Selección es necesario un jugador como James Rodríguez, que sea la figura, que sea el de los lujos. Necesita un jugador como Juan Guillermo Cuadrado que ponga las gambetas, el de las jugadas alegres, y necesita también, un goleador como Falcao García para que aporte definiciones de Play Station.

Pero hay que mirar un poco más allá. Hay que caer en cuenta de un gran trabajo realizado por personajes poco nombrados…

Son esos genios a los que poco se les da el crédito, son esos grandes obreros detrás de un arquitecto, son los que tienen que limpiar los desastres, los que tienen que apoyar el ataque, pero sin descuidar la defensa. Son como omnipresentes en el campo de juego, corren todo el tiempo y muchas veces tienen que hacer el trabajo brusco.  

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Por favor, hay que ponerse de pie y aplaudir el trabajo de Carlos Sánchez y Abel Aguilar cada vez que se ponen la camiseta amarilla y salen a combatir en el medio campo de la Selección. No llevan la cinta de capitán, pero son líderes dentro y fuera de la cancha. Eso se nota. Tienen sobre sus hombros la experiencia que necesita un grupo relativamente joven.

Siempre están entre los defensas centrales, respaldan a los laterales cuando salen al ataque y llegan a la espalda de los jugadores ofensivos cuando se presenta una jugada de gol, son como el viento; no se ven, pero se sienten. Son todos unos capos en el terreno de juego.

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Son muy claros con el balón en los pies, tienen mucha clase para recibir el esférico y sin afanes dar un pase preciso. Tienen pintada la cancha en la mente, la conexión perfecta entre defensa y ataque y hasta para hacer faltas son inteligentes porque pocas tarjetas reciben.

No hay que desconocer que tal vez el presente en sus clubes no es el mejor y cuando llega el momento de entregar la lista de convocados su llamado llega a ser cuestionado, pero con su rendimiento en la cancha demuestran porqué son los hombres de confianza del José Pékerman.

Nunca son elegidos como la figura de la cancha, dentro del guion del juego son como actores de reparto, tienen papeles secundarios, pero al final terminan siendo los directores de la obra que se desarrolle en el escenario. Si esos dos productores de juego fallan el equipo está en problemas.

‘Abelito’ y ‘La Roca’, son jugadores que inspiran confianza en sus compañeros: ¿pierdes un balón?, tranquilo, ellos lo recuperan, ¿tienes la marca encima?, tranquilo, dásela a ellos para salir jugando limpió. Es mejor tenerlos de amigos y en su equipo, nadie quisiera chocar contra esas murallas que pelean los balones por el piso y en el aire. Como leí por ahí: “Con esos dos se gana una guerra mundial”.

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En resumen; estos dos jugadores son un equilibrio para el equipo dentro y fuera de las canchas, son de esos que mueren con las botas puestas, de los que dan un abrazo o una puteada cuando sea necesario, son guerreros que juegan en la mitad de nuestra Selección porqué es allí donde los héroes se hacen grandes y combaten en silencio.  

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