Colombia, con aroma de Mundial y revancha frente a Brasil

El conjunto de José Pékerman enfrentará este martes en Barranquilla a la mejor selección de la Eliminatoria. Reviven fantasmas del pasado, pero también la oportunidad para dar un paso al futuro.

Desde el Mundial del 2014 a Colombia le quedó clavada una espina difícil de sacar, que martilla aún -tres años después- y que se ha enconado hasta el alma. La eliminación del Mundial en cuartos de final con Brasil no dolió tanto por despedirse del torneo sino por caer en un partido que se jugó para ganar. Pocas veces se ha visto a un grupo de jugadores de la Selección con tanto amor propio como aquella tarde del 4 de julio.

Desde entonces, siempre que los colombianos han enfrentado a los brasileños, el aroma de revancha se respira. Y este martes (3:30 p.m.), en la fecha 16 de la Eliminatoria a Rusia-2018 el plato de la venganza deportiva podría servirse caliente a los casi 40 grados de temperatura que ofrece el Estadio Metropolitano de Barranquilla.

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Colombia tiene jugadores para ganar. Hay con qué. Falta encontrar el cómo durante los 90 minutos. El talento de futbolistas como David Ospina, Carlos Sánchez, James Rodríguez o Falcao García (todos titulares fijos para José Pékerman) no es una casualidad extendida en el tiempo. Es el fruto de trabajar por los sueños hasta verlos realidad.

Al frente estará la Brasil que ha ganado nueve juegos en línea con Tite durante esta Eliminatoria, sí. La Brasil que está clasificada hace varias fechas y fugada del lote, en puntos y en fútbol, sí. La Brasil de Neymar, Dani Alves, Gabriel Jesús, Coutinho, Casemiro y demás estrellas, sí. La Brasil que ha ganado cinco mundiales, sí. La balanza parece inclinarse sin contrapeso.

Pero -como dijo Falcao o Teófilo Gutiérrez- en Barranquilla es a otro precio. El ambiente debe sentirse, el apoyo debe ayudar y la euforia colectiva de un país que quiere viajar a Rusia tiene que demostrarles a los brasileños que cuando de pelear con el más fuerte se trata, los colombianos sabemos encontrar ese cómo que parece no existir en otros lugares.

La Selección necesita sumar, y el triunfo se antoja como la mejor manera para acabar con aquel demonio de la eliminación de hace tres años, y -al tiempo- para dar un paso hacia el Mundial que viene justo frente al rival que nos sacó en el que pasó.