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Golpe de humildad

Las derrotas en el fútbol como el despecho en el amor, deben durar poco, así sea de dientes para afuera. Es fútbol, el sol siempre sale y la frente siempre debe estar altiva, apuntando al horizonte. La victoria de Millonarios fue clara, diáfana y merecida. Hasta el minuto 56 el partido fue parejo, con opciones en ambas áreas pero siempre me quedó la sensación de ver a un Nacional tipo Muhammad Alí. Y no lo digo por ser el boxeador, libra por libra, más grande que ha visto la humanidad. No, Alí tenía unas fases de soberbia en las que dejaba que el rival le atizara golpes. Alí le daba la iniciativa a su retador, le entregaba la opción del puño, lo desgastaba y luego lo remataba. La diferencia es que siempre percibí que Nacional le dio muchas largas y confianza a Millonarios, y nunca lo remató. Y el azul, con un planteamiento inteligente y una dosis impresionante de actitud y sacrificio, pasó por encima de Nacional y lo noqueó. En el fútbol perdono que me pasen por encima a nivel táctico (Millonarios ayer lo hizo) pero hay algo que causa urticaria con asma: que a uno le pasen por encima a punta de actitud. Millonarios avasalló en actitud a Nacional. Salvo Franco Armani, en la nómina de Nacional no se salva ninguno a nivel futbolístico y, peor aún, repito, a nivel de actitud y entrega. Nacional quiso ganar de escudo, y ese escudo, que es sagrado y se respeta, lo irrespetaron los mismos jugadores. Mientras que el 10 de Millonarios era un derroche de entrega, planchazos (de ahí nace el segundo gol), pedir el balón, asumir las riendas del equipo. El 10 verde buscaba su "magia sublime estratosférica" en el sombrero, sombrero de mago que tampoco encontró (ese vicio de endiosar y endiosar y denigrar y denigrar, ambas igual de nocivas). Y es solo un ejemplo. Todos en el azul corrieron, metieron, sintieron la camiseta. En el verde, repito, solo Franco Armani. Y no me quedaré en nombres: no se salva nadie más. El punto es que hoy el sol volvió a salir. Uno hace digestión de la rabia, de la frustración, masca la derrota y debe escupirla. Bien lo ha dicho el profesor Rueda: "Cuando ganamos no somos el "dream Team", cuando perdemos no somos un desastre". Como suele suceder bajo el razonamiento tuitero, hay gente que pide  que se vayan todos, que Rueda es un burro, que ya estamos para arder en una caldera del averno. Pero no. Este equipo ha mostrado cosas muy buenas, bellas por demás, con un fútbol que llena la retina. Seguimos en Libertadores, seguimos en el torneo local, seguimos con una nómina de lujo, seguimos siendo muy grandes. Fue una noche fatal. No para el olvido. Millonarios nos ganó muy bien, nos dio una cachetada que hay que recibir con humildad. A veces nos sobra fútbol pero nos falta humildad. Esas enseñanzas no se deben olvidar. Gran partido del azul. Felicito de corazón a sus hinchas,especialmente a mi hermano y a todos los amigos que son embajadores. Como hincha verde debo crecer en la derrota ¡Soy del Verde, Soy Feliz, siempre! Seguir a @poterios

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